martes, 28 de abril de 2020

El ángulo de declinación femoral.

El ángulo de declinación


También conocido como ángulo de torsión femoral, está formado por la intersección de las proyecciones del eje del cuello del fémur con la del eje transcondileo, que  es el que forman el borde posterior de ambos cóndilos femorales. En una vista superior, el cuello del fémur ya forma un ángulo anterior formado a consecuencia de la evolución hacia la bipedestación, siendo su valor normal en la edad adulta de entre 10 y 30 grados, con variaciones de 12° y 15°

En el video (con música de YouTube), intento mostrar el comportamiento de la extremidad inferior y del pie ante el aumento o la disminución de este ángulo.



La retroversión femoral (retrotorsión).


Es cuando disminuye este ángulo de declinación, situándose por debajo de los 10º, de modo que la cabeza del fémur miraría más hacia atrás.
En realidad y debido a que la articulación de la cadera ha de mantener su congruencia articular, lo hemos de ver de forma que la diáfisis femoral se torsiona sobre si misma hacia una rotación lateral. Con esto, la retroversión se asocia a la rotación externa de la extremidad inferior. Así si recolocáramos el eje de los cóndilos femorales en el plano frontal, la cabeza del fémur quedaría mirando hacia atrás, razón por la cual se le llama cadera retroversa.

La anteversión femoral (antetorsión).


Es todo al contrario. Aumenta este ángulo de declinación por encima de los 20º, es decir, que el cuello esta más orientado hacia delante. Esto condiciona a un aumento de la rotación medial de la cadera, es decir, que la extremidad inferior tendrá tendencia a la rotación interna.

Ángulo de declinación femoral.
Ángulo de declinación femoral.

El ángulo de declinación femoral y el comportamiento del pie


Como menciona Christopher H. Wise, a menudo es difícil determinar si el deterioro en anteversión o retroversión a nivel de la cadera conduce a una compensación y deterioro a nivel del tobillo/pie o es al revés, que un deterioro a nivel distal, se compensa a nivel proximal.
Es importante hacer una diferenciación de esta doble óptica, pues conlleva a un comportamiento contrario en el pie. Ambos tipos de compensaciones utilizan de “intermediarias” a la rodilla y a la tibia.

Así, en una cadera retroversa, donde el ángulo de declinación esta disminuido, conduce a una tendencia del miembro inferior hacia la rotación externa. Con esto, la torsión externa de la tibia, puede conducir a una inversión calcánea y un exceso de supinación del pie.

En la cadera anteversa, la tendencia de la pierna es hacia la rotación interna. La torsión interna de la tibia puede conducir a una eversión del calcáneo y a un exceso de pronación del pie.

El ángulo de declinación y el pie.
El ángulo de declinación y el pie.

Este ángulo de declinación, no lo hemos de confundir con el ángulo de inclinación del cuello femoral.
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miércoles, 8 de abril de 2020

Faceta disfuncional y posterioridad en mecánica no neutra (2ª ley de Fryette).

Las leyes de Fryette


Recordemos que los modelos de tratamiento que utilizan la mecánica no neutra (tipo II) o la 2ª ley de Fryette se basan en la ley del movimiento que es la de la función dinámica. Dice que cuando los cuerpos vertebrales rotan hacia un lado, hay una inflexión lateral hacia el mismo lado, es decir, en el sentido de la concavidad.

Esto se produce cuando hay una alteración de la curva anteroposterior hacia la flexión o la extensión y no se puede aplicar a todo el raquis, pues el plano de las superficies articulares varia su orientación espacial según el nivel vertebral.

Modelo disfuncional

Siguiendo el modelo disfuncional dentro de la mecánica no neutra, podemos encontrar dos tipos de disfunciones: disfunción ERS y disfunción FRS.

El comportamiento de ambas disfunciones podría decirse que es el mismo. Hacia un movimiento de  flexión o de extensión, ambas facetas se deslizan libremente con lo cual la vértebra completa ese movimiento. Pero hacia el movimiento contrario, si una de las facetas no realiza ese deslizamiento, la otra al realizarlo libremente, hace que la vértebra pivote sobre la faceta en restricción y rote y se incline.

Pero individualizando que faceta es la disfuncional y hacia qué movimiento no se desliza, encontramos una notable diferencia que se utiliza en la aproximación diagnóstica de algunos modelos de tratamiento vertebral. Esa diferencia es la relación entre el lado de la faceta disfuncional y la transversa que debido a la rotación que provoca la disfunción, ahora se palpa más posterior.

A continuación explico dos ejemplos de este modelo disfuncional y que aparecen en el siguiente video.
Pero antes y en la primera secuencia, realizo un recuerdo de los conceptos de convergencia y divergencia, conceptos que ya expliqué en esta entrada, donde también encontraréis el enlace a su video.




Faceta disfuncional y posterioridad. EJEMPLO 1: FRSd


Podemos observar que cuando la vértebra se dirige hacia la flexión y al estar ambas facetas libres, la vértebra realiza ese movimiento sin problemas.
Pero cuando la vértebra se dirige hacia la extensión, la faceta izquierda, tal vez a causa de algún tipo de tensión, no se desliza hacia la convergencia (flecha roja de la imagen), mientras que la derecha que está libre, sí que lo hace.
Este deslizamiento hacia la convergencia de la faceta derecha libre, hace que la vértebra cuando se dirige hacia la extensión, pivote sobre la faceta disfuncional izquierda, con lo que la vértebra realiza una rotación y una inclinación derechas (RdSd).
Podéis ver este video animado con la disfunción FRS.

Así, en la evaluación analítica de algunos modelos de exploración y durante la palpación de la columna vertebral, encontraríamos esta posterioridad, es decir, la noción de notar esa apófisis transversa derecha de la vértebra “más prominente”.
Como argot definitorio y hasta cierto punto coloquial, en este ejemplo de una disfunción FRSd, podemos decir “faceta izquierda, posterioridad derecha”. Es decir, la faceta disfuncional es la del lado izquierdo, pero la transversa posterior (P) es la del lado derecho.

Disfunciones ERSi y FRSd: Faceta disfuncional y posterioridad.
Disfunciones ERSi y FRSd: Faceta disfuncional y posterioridad.

Faceta disfuncional y posterioridad. EJEMPLO 2: ERSi


En esta segunda parte del video podemos observar que cuando la vértebra se dirige hacia la extensión y al estar ambas facetas libres, la vértebra realiza ese movimiento sin problemas.
Pero cuando la vértebra se dirige hacia la flexión, la faceta izquierda no se desliza hacia la divergencia (flecha roja de la imagen), tal vez por algún tipo de restricción, mientras que la derecha que está libre, sí que lo hace.

Este deslizamiento hacia la divergencia de la faceta derecha libre, hace que la vértebra cuando se dirige hacia la flexión (F), pivote sobre la faceta disfuncional izquierda, con lo que la vértebra realiza una rotación e inclinación izquierdas (RiSi).
Podéis ver este video animado con la disfunción ERS.

Así, en la evaluación analítica de algunos modelos de exploración y durante la palpación de la columna vertebral, encontraríamos esta posterioridad, es decir, la noción de notar esa apófisis transversa izquierda de la vértebra “más prominente”.

Como argot definitorio y hasta cierto punto coloquial, y en este ejemplo con una disfunción ERSi, podemos decir “faceta izquierda, posterioridad izquierda”. Es decir, la faceta disfuncional es la del lado izquierdo, pero en este caso, la transversa posterior (P) también es la del lado izquierdo.

Espero que os sea de utilidad.
Un saludo a todos.
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