Mostrando entradas con la etiqueta Fémur. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fémur. Mostrar todas las entradas

sábado, 22 de mayo de 2021

Las rotaciones ilíacas.

 En este video podéis ver en imágenes los movimientos del iliaco alrededor de sus diferentes ejes. Se ha de decir que alguno de estos movimientos, o parte de ellos, generan controversia entre autores.

Rotación del ilíaco respecto al sacro

El movimiento de rotación del ilíaco con respecto al sacro tiene el eje en la inserción del ligamento axial a nivel de S-2. Para evaluar las referencias anatómicas de este movimiento, hemos de situar los tubérculos púbicos y las espinas iliacas anterosuperiores en el plano frontal.

Pero la rotación del coxal se realiza en su propio plano, no en el plano sagital y este movimiento se puede representar como una rueda un poco caída y dividida en cuatro cuadrantes direccionales.

Rotación anterior del ilíaco
Rotación anterior del ilíaco

En la rotación anterior la espina iliaca anterosuperior desciende y la posterior asciende. La tuberosidad isquiática desciende y se atrasa. La cavidad cotiloidea desciende, con lo que el miembro inferior se alarga.

En la rotación posterior, la espina iliaca anterosuperior asciende y la posterior desciende. La tuberosidad isquiática asciende y se adelanta. La cavidad cotiloidea asciende, con lo que el miembro inferior se acorta.

El cuadrante púbico. En estos movimientos, y si aislamos el pubis, podemos observar que en la rotación anterior, el pubis se desliza hacia abajo y atrás, mientras que en la rotación posterior, se adelanta y asciende. Esto es así al contemplar el eje principal de deslizamiento del pubis, que se consideraría como un eje largo. El pubis también tiene un eje horizontal que autoriza los movimientos de torsión.

Rotación posterior del ilíaco
Rotación posterior del ilíaco

Movimientos iliofemorales

Son los movimientos de anteversión y retroversión de los coxales utilizando como eje, el eje acetabular. La anterioridad de un ilíaco asociada a la posterioridad del otro, provocará la torsión de la pelvis.

Iliaco anterior (anteversión). Podemos observar que la cresta asciende y avanza, la espina iliaca anterosuperior desciende y también avanza, mientras que la posterosuperior asciende y avanza. El pubis se desliza hacia abajo y atrás pero el isquion lo hace hacia arriba y atrás. El sacro se horizontaliza y va hacia delante y arriba, con lo que la articulación sacroilíaca también asciende y avanza. La anterioridad bilateral, provocará la anteversión de la pelvis.

Además, la columna lumbar asciende, avanza y se lordotiza y en bipedestación la longitud del miembro inferior no se modifica. 

rotaciones del hueso iliaco
Rotaciones ilíacas

Iliaco posterior (retroversión). Ahora todo sería al contrario. Podemos observar que la cresta desciende y se atrasa, la espina iliaca anterosuperior asciende y también se atrasa, mientras que la posterosuperior desciende y se atrasa. El pubis se desliza hacia delante y arriba pero el isquion lo hace hacia abajo y delante. El sacro se verticaliza, va hacia atrás y abajo, con lo que la articulación sacroilíaca también desciende y se atrasa. La posterioridad bilateral provocará retroversión de la pelvis.

Además, la columna lumbar baja se atrasa y se deslordotiza y en bipedestación, la longitud del miembro inferior no se modifica.

Absorción de las fuerzas asimétricas en la pelvis.

Es el movimiento que realiza el ilíaco hacia la rotación posterior debido a las diferentes fuerzas que tiene que absorber. Estas fuerzas son:

Las descendentes que recibe a través de la columna y el sacro. El raquis lumbar aumenta la lordosis y el sacro realiza un movimiento de nutación.

Las fuerzas ascendentes las recibe del suelo. El ilíaco realiza una rotación posterior utilizando de eje la articulación coxofemoral. La cresta ilíaca se atrasa y el isquion avanza.

Así y a nivel pélvico, la suma de las fuerzas descendentes y de las descendentes provoca una nutación sacra y una rotación posterior ilíaca.

Absorción de las  fuerzas asimétricas pelvis
Absorción de las  fuerzas asimétricas

Torsión pélvica.

La torsión de la pelvis esta originada por la rotación anterior de un ilíaco y la rotación posterior del otro. Es decir, la contrarotación de cada uno de los ilíacos con lo que el sacro deberá adaptarse con una torsión anterior.

Apertura y cierre iliaco

Este movimiento se genera alrededor del eje que va desde las articulaciones sacroilíacas al pubis, aunque hay autores que dicen que es alrededor de un eje anteroposterior a nivel de S2.

En el movimiento de apertura (out flare), las crestas se separan, las tuberosidades isquiáticas se acercan y el sacro se verticaliza. A nivel del pubis hay un pinzamiento polar inferior.

En el movimiento de cierre (in flare), las crestas se acercan, las tuberosidades isquiáticas se separan y el sacro se horizontaliza. A nivel del pubis hay un pinzamiento polar superior.

Movimientos del ilíaco
Movimientos del ilíaco

Rotaciones externa e interna del ilíaco

Este movimiento también genera controversias. Son las rotaciones del ilíaco que se realizan alrededor de un eje vertical que pasa por S-2.

En la rotación externa hay una apertura del ala ilíaca con lo que la espina iliaca anterosuperior va hacia lateral mientras que la posterosuperior lo hace hacia medial. El pubis de ese lado se decoapta.

En la rotación interna es lo contrario, hay un cierre del ala ilíaca con lo que ahora la espina iliaca anterosuperior va hacia medial mientras que la posterosuperior lo hace hacia lateral. El pubis de ese lado se impacta.

Un saludo.


martes, 28 de abril de 2020

El ángulo de declinación femoral.

El ángulo de declinación


También conocido como ángulo de torsión femoral, está formado por la intersección de las proyecciones del eje del cuello del fémur con la del eje transcondileo, que  es el que forman el borde posterior de ambos cóndilos femorales. En una vista superior, el cuello del fémur ya forma un ángulo anterior formado a consecuencia de la evolución hacia la bipedestación, siendo su valor normal en la edad adulta de entre 10 y 30 grados, con variaciones de 12° y 15°

En el video (con música de YouTube), intento mostrar el comportamiento de la extremidad inferior y del pie ante el aumento o la disminución de este ángulo.



La retroversión femoral (retrotorsión).


Es cuando disminuye este ángulo de declinación, situándose por debajo de los 10º, de modo que la cabeza del fémur miraría más hacia atrás.
En realidad y debido a que la articulación de la cadera ha de mantener su congruencia articular, lo hemos de ver de forma que la diáfisis femoral se torsiona sobre si misma hacia una rotación lateral. Con esto, la retroversión se asocia a la rotación externa de la extremidad inferior. Así si recolocáramos el eje de los cóndilos femorales en el plano frontal, la cabeza del fémur quedaría mirando hacia atrás, razón por la cual se le llama cadera retroversa.

La anteversión femoral (antetorsión).


Es todo al contrario. Aumenta este ángulo de declinación por encima de los 20º, es decir, que el cuello esta más orientado hacia delante. Esto condiciona a un aumento de la rotación medial de la cadera, es decir, que la extremidad inferior tendrá tendencia a la rotación interna.

Ángulo de declinación femoral.
Ángulo de declinación femoral.

El ángulo de declinación femoral y el comportamiento del pie


Como menciona Christopher H. Wise, a menudo es difícil determinar si el deterioro en anteversión o retroversión a nivel de la cadera conduce a una compensación y deterioro a nivel del tobillo/pie o es al revés, que un deterioro a nivel distal, se compensa a nivel proximal.
Es importante hacer una diferenciación de esta doble óptica, pues conlleva a un comportamiento contrario en el pie. Ambos tipos de compensaciones utilizan de “intermediarias” a la rodilla y a la tibia.

Así, en una cadera retroversa, donde el ángulo de declinación esta disminuido, conduce a una tendencia del miembro inferior hacia la rotación externa. Con esto, la torsión externa de la tibia, puede conducir a una inversión calcánea y un exceso de supinación del pie.

En la cadera anteversa, la tendencia de la pierna es hacia la rotación interna. La torsión interna de la tibia puede conducir a una eversión del calcáneo y a un exceso de pronación del pie.

El ángulo de declinación y el pie.
El ángulo de declinación y el pie.

Este ángulo de declinación, no lo hemos de confundir con el ángulo de inclinación del cuello femoral.
.