viernes, 22 de mayo de 2020

La rotación tibial

Las rotaciones externa e interna de la tibia, afectan de forma diferente a la tensión del sistema ligamentario de la rodilla. Además, la deformidad de ambos meniscos así como el riesgo capsular, es igualmente diferente en cada una de estar rotaciones.

En este video muestro por medio de imágenes animadas, estos cambios de tensión ligamentaria así como la deformidad meniscal y el riesgo capsular.



INTERLÍNEA ARTICULAR DE LA RODILLA


Vemos una imagen a modo de corte axial de la rodilla donde he quitado el fémur, aunque he dejado la silueta de los cóndilos (línea azul).

Tensión de los ligamentos de la rodilla


En la primera parte del video y en una vista axial, vemos que con la rotación externa de la tibia, los ligamentos laterales de la rodilla se ponen en tensión (color rojizo), mientras que los ligamentos cruzados la pierden (color verdoso).

Con la rotación interna ocurre lo contario, ahora son los ligamentos cruzados de la rodilla los que aumentan la tensión (color rojizo), mientras que los ligamentos laterales la pierden (color verdoso).

La rotación de la tibia y la deformidad meniscal.
Rotación de la tibia y deformidad meniscal.

Deformidad meniscal y riesgo capsular


En la siguiente secuencia y también en una vista axial, se observan estas mismas rotaciones de la tibia y como los meniscos se deforman en un sentido diferente. Para entenderlo mejor hemos de pensar que los cóndilos femorales están parados y digamos que retienen a los meniscos.

En la rotación externa de la tibia, el platillo tibial externo se va hacia atrás, pero el cóndilo femoral externo está parado. Así, el menisco lateral se verá retenido por el cóndilo femoral mientras que el platillo tibial sigue su camino hacia atrás. Con esto, durante esta rotación externa el menisco se deforma hacia delante (flecha marrón).
A nivel del menisco medial ocurre una deformidad parecida. El platillo tibial va hacia delante, pero el cóndilo femoral está parado y reteniendo al menisco, con lo que este se deforma hacia atrás (flecha marrón) empujado por el cóndilo femoral.

Pero aun siendo la tibia la que se desplaza, en esta rotación es como si el cóndilo femoral medial empujara hacia atrás. Este empuje pone en riesgo la cápsula postero-interna de la rodilla (icono de relámpagos).

La rotación tibial y los ligamento cruzados.
La rotación tibial y los ligamento cruzados.

En la rotación interna de la tibia, ocurre lo mismo pero al contrario. El menisco lateral se verá retenido por el cóndilo femoral mientras que el platillo tibial sigue su camino hacia delante. Con esto, durante esta rotación el menisco se deforma hacia atrás (flecha marrón).
Este mismo empuje hacia atrás del cóndilo femoral pondrá en riesgo la cápsula postero-externa de la rodilla.
En esta rotación, el menisco medial se verá retenido por el cóndilo femoral interno y se deformará hacia delante (flecha marrón).

VISTA POSTERO-EXTERNA DE LA RODILLA


En la segunda parte del video y para poder ver mejor estos cambios, muestro estos mismos movimientos de rotación tibial, pero desde una vista oblicua posterior de la rodilla.

Tensión de los ligamentos de la rodilla


Primero vemos los cambios de tensión de los ligamentos de la rodilla en cada uno de estos movimientos de rotación de la tibia.
En la rotación externa de la tibia aumentan la tensión los ligamentos laterales (color rojizo), mientras que los cruzados pierden parte de su tensión.
En la rotación interna aumenta la tensión de los ligamentos cruzados, pero ahora son los ligamentos laterales los que la pierden.

La rotación tibial y los ligamentos laterales.
La rotación tibial y los ligamentos laterales.

Deformidad meniscal y riesgo capsular

En la siguiente secuencia se observa cómo se deforman cada uno de los meniscos. Como he mencionado más arriba, para entenderlo mejor hemos de pensar que los cóndilos femorales están parados y digamos que retienen a los meniscos.

En la rotación externa de la tibia, el platillo tibial externo rota va hacia atrás, pero el cóndilo femoral externo está parado. El cóndilo femoral retiene (flecha verde) al menisco lateral y como el platillo tibial sigue su camino hacia atrás, el menisco se deforma hacia delante (flecha marrón).
A nivel del menisco medial ocurre lo mismo. El cóndilo femoral está parado y reteniendo al menisco, pero el platillo tibial se va hacia delante. Así el menisco medial se deforma hacia atrás empujado por el cóndilo femoral.
Este empuje hacia atrás del cóndilo femoral pone en riesgo la cápsula postero-interna de la rodilla (icono de relámpagos).

En la rotación interna de la tibia, el menisco lateral se verá retenido por el cóndilo femoral externo (flecha verde), mientras que el platillo tibial sigue su camino hacia delante, lo que hace que el menisco lateral se deforme hacia atrás.
Este empuje hacia atrás del cóndilo femoral externo pondrá en riesgo la cápsula postero-externa de la rodilla.
En esta rotación interna de la tibia, el menisco medial se verá retenido por el cóndilo femoral interno mientras el platillo tibial va hacia atrás, con lo que el menisco se deformará hacia delante.
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