En este vídeo podéis ver en imágenes algunas nociones de anatomía del codo y el antebrazo. Lógicamente nada sustituye a un buen libro de anatomía.
ANATOMÍA DEL CODO
Vista anterior del codo
Vemos una serie de detalles anatómicos, así como estas mismas referencias en una calca radiográfica. Una pequeña descripción de la articulación del codo abierta, incluyendo una vista de las superficies articulares humeral y radiocubital.
Los ligamentos, con una especial atención a los ligamentos anular y al cuadrado de Denuce. Las inserciones y orígenes musculares de esta área anterior del codo. Los nervios que pasan por esta zona con especial atención al mediano, cubital y radial.
Calca radiográfica del codo
Vista lateral y medial
De nuevo los puntos anatómicos en estas vistas, los orígenes e inserciones musculares en estas dos vistas laterales, así como los factores de coaptación y estabilidad. El video sigue con una vista de los ligamentos y una vista en calca radiográfica.
Además, los ligamentos y otras estructuras con el codo flexionado.
Vista posterior del codo
La descripción anatómica en esta vista, las inserciones y orígenes musculares de esta área posterior del codo. Con el codo en extensión y en flexión, las referencias de alineación (palpación) y los ligamentos.
Antebrazo: La pronación y la supinación
ANATOMÍA DEL ANTEBRAZO
En una vista anterior y otra posterior, los ligamentos y la membrana interósea. Los orígenes e inserciones musculares en estas dos vistas, donde se incluye un corte transversal a nivel medio del antebrazo y los nervios, venas y arterias.
Una descripción de algunos puntos anatómicos del antebrazo en flexión, en supinación y en pronación. Los ejes y el comportamiento de la cabeza del radio en la pronación y en la supinación. En estos dos movimientos interviene la articulación radiocubital distal, con el ligamento triangular.
En este vídeopodéis ver en imágenes animadas algunos aspectos de la abducción del brazo, que implica a las articulaciones gleno-humeral y escapulo-torácica.
El video se inicia con una descripción anatómica de las diferentes partes del húmero proximal y de la parte de la escápula cercana a la cavidad glenoidea, así como del sistema ligamentario y de los orígenes e inserciones musculares. Esta descripción la podéis ver ampliada a ambos elementos óseos en este otro video sobre anatomía y la explicación en esta entrada.
El video prosigue con una superposición esquemática de algunos músculos en su vista anterior y otro esquema con el plano de la escápula.
Ritmo escapulohumeral
El movimiento de abducción del brazo se realiza de una forma continua y coordinada, manteniendo una relación de 2:1.
El húmero se mueve dos grados por cada grado de movilidad escapular. Así por cada 15º de movimiento, 10º corresponden a la articulación glenohumeral y 5º a la rotación superior de la escapula en la articulación escapulotorácica.
En el rango total de elevación del brazo en abducción, considerando los 180º, se atribuye que la movilidad de la articulación glenohumeral es de 120 grados y 60 grados para la movilidad de la escapulotorácica junto con la inclinación del tórax hacia el lado contrario.
En una vista posterior vemos algunos de los músculos implicados en estas articulaciones. Según Bagg S.D. y Forrest W.J., la abducción del brazo se organiza mediante parejas de fuerza.
Al inicio de la abducción, el trapecio superior, el inferior y el serrato anterior, tienen un brazo de palanca largo y trabajan como rotadores a la vez que son efectivos estabilizadores de la escápula.
En una elevación mayor, el brazo de palanca del trapecio superior es más corto, mientras que el trapecio inferior y el serrato mantienen el brazo de palanca largo y continúan rotando la escapula.
En la abducción máxima, el trapecio inferior se ubica en una alineación idónea para mantener una posición ideal de la escapula y tirar a lo largo de su eje largo. Como resultado de estas acciones, el centro instantáneo de rotación escapular se mueve desde el borde medial de la espina de la escápula hasta la articulación acromioclavicular.
Por otra parte, en el inicio de la abducción el húmero se coapta hacia la cavidad glenoidea y a medida que el brazo asciende, la cabeza humeral presenta un pequeño deslizamiento hacia caudal.
La abducción glenohumeral
La articulación subdeltoidea.
Vemos una imagen con las distintas estructuras que componen esta falsa articulación. A destacar el acromion, el tubérculo mayor del húmero (troquiter), el ligamento acromiocoracoideo, la bolsa subacromial y el tendón del músculo supraespinoso.
El acromion está separado de la cabeza humeral por el espacio subacromial que es de 9,5 milímetros. La cabeza humeral sobresale del acromion entre 15 y 21 milímetros.
Si la tracción de los diferentes músculos en sentido inferior no contrarresta la tracción hacia craneal del deltoides, se origina un punto de compresión bajo el acromion y el ligamento acromiocoracoideo, con la posibilidad de una inflamación de la bursa subacromial y alteraciones en el tendón del supraespinoso.
La articulación subdeltoidea.
Discinesia escapular.
Un acuerdo común es que este término, no es una lesión o un diagnóstico musculoesquelético. Es la alteración observable en la posición de reposo de la escápula o en sus patrones de movimiento. Se ha demostrado que la alteración de la posición escapular, es una respuesta no específica a una condición que puede ser el resultado de una lesión o exacerbar una ya existente. El factor más estudiado como posible mecanismo es la alteración de la función muscular que influirá en la orientación de la cavidad glenoidea.
Discinesia escapular. Hombro mal posicionado.
En el caso de una rotación inferior de la escápula, la cavidad glenoidea se orienta más hacia caudal, el brazo se pegaría al cuerpo y se modifican los extremos del rango articular fisiológico sin perderlo. En esta situación la relación glenohumeral sería correcta.
Pero el brazo no se mantiene pegado al cuerpo y en una teórica posición de aducción. El brazo se dejará caer en su verticalidad, con lo que ahora estaría en una posición de reposo en abducción. Será esta posición de abducción mantenida o el intento de aumentar un rango ya normal los que alteraran la relación glenohumeral.
Discinesia posicional de la escapular.
En el caso de una rotación superior de la escápula, la orientación de la cavidad glenoidea será más hacia craneal, el brazo se separaría del cuerpo y también se modifican los extremos del rango articular fisiológico. En esta situación se mantiene una buena relación glenohumeral.
Pero no podemos mantener el brazo separado del cuerpo y en una teórica posición de abducción. El brazo se acercará al cuerpo, con lo que ahora estaría en una posición de reposo en aducción mantenida. Será esta posición la que alterará la relación glenohumeral.
En este vídeo podéis ver en imágenes animadas algunos factores que intervienen en el latigazo cervical. Está dividido en dos partes. En la primera con las fases de un latigazo cervical producido por un accidente de circulación. En la segunda, el conflicto que se produce anivel de C5 y C6, entre las fases I y II de este latigazo.
Hay algunas discrepancias entre investigadores sobre el número de fases del latigazo y lo que ocurre en cada una de ellas. A todo esto, se ha de añadir si el sujeto ve venir el momento de accidente y los codos están en extensión, o por el contrario no, y los brazos están relajados; o si el accidente es por delante o por detrás, o si la cabeza está en rotación, etc.
Anatomía cervical
El mecanismo de lesión que se produce, no es una simple flexión y extensión de la columna cervical más allá de los límites normales. Es algo más complejo pues incluye una rectificación torácica y cervical, una compresión vertical ascendente y curvas sigmoides que determinan una movilidad segmentaria anómala.
Además, intervienen una serie de factores que determinan todo el proceso: la magnitud de la fuerza, la velocidad y el vector de la fuerza. Esta dirección es la que puede provocar una compresión o una distracción entre dos niveles cervicales, a las que se pueden sumar una flexión, una extensión, una rotación o una flexión lateral.
Criterios actuales del "latigazo cervical".
Una vez ha ocurrido el impacto, la fuerza que recibe el cuerpo y más aún el raquis cervical, llega por la inercia que lleva el asiento. Es decir, el cuerpo se ve proyectado hacia delante provocando la lesión que sobreviene en 1/4 de segundo.
Reitero que tanto las fases, como los tiempos de duración de las mismas y los efectos que se producen, es una recopilación y síntesis de lo que dicen diferentes autores.
FASES DEL LATIGAZO CERVICAL
A partir de la posición inicial, con el conductor sentado y con una ligera lordosis cervical, tenemos:
-Fase I: sobre los 75-100 ms. El tronco sufre un empuje vertical y hacia delante provocado por el asiento que provoca una rectificación de la curva dorsal (25 ms.). El desplazamiento hacia delante es evidente, pero también existe la compresión vertical que provoca que las vértebras impacten entre sí, como si la columna fuese un acordeón.
Esto induce una rectificación de la curva lordótica cervical (40-50 ms.) asociada a una compresión axial de los segmentos cervicales debida al empuje de la columna dorsal hacia arriba. En un momento de esta fase es cuando la columna cervical adquiere una deformación sigmoide, es decir, una posición en forma de "S". Ocurre aproximadamente a los 40-75 ms. después del impacto e incluye una extensión anormal de la columna cervical inferior, junto con la flexión de la columna cervical superior, además de la mencionada compresión axial de la columna cervical.
Durante esta compresión vertical existe un excesivo contacto de las articulaciones cigapofisarias que realizan un movimiento de extensión no fisiológico (entre 75-100 ms.), sufriendo de forma intensa el raquis cervical medio, las consecuencias postraumáticas. Las articulaciones cigapofisarias que sufren el máximo estrés, corresponden al nivel C4-C5, aunque también es común C5-C6 y C2-C3 (recordad, según opiniones).
La extensión cervical
-Fase II: Ocurre sobre los 120-150 ms. Aunque algunos autores relatan que esta fase comienza a los 75 ms. Y otros que se inicia a los 100 ms. La cabeza permanece estática en el espacio, pero el asiento continúa empujando al tronco hacia delante, lo que provoca una hiperextensión cervical que es la causa principal y más potente del daño, al no tener una limitación anatómica. Este movimiento no es fisiológico, y produce la compresión de las facetas por detrás y distracción del disco por delante, siendo una deformación en forma de “C” (125 ms.).
La máxima hiperextensión se alcanza entre los 125 y los 150 ms. Una vez que la columna cervical alcanza su máxima extensión y tras rebotar en el asiento, retorna a su posición inicial.
-Fase III (de los 200 a los 400 ms.): El tronco decelera y la columna cervical se dirige desde la extensión hacia la f1exion, provocando una segunda deformidad en “S”. La máxima flexión (300 ms.) se produce al chocar la barbilla contra el pecho (esternón) que hace de tope. En esta fase se añade la retención mecánica que realiza el cinturón de seguridad.
La flexión cervical.
-Fase IV: Algunos autores no la mencionan y otros separan esta pequeña fase de rebote y retorno (350 ms.) a la posición inicial.
El CONFLICTO C5-C6 en el latigazo cervical
En los movimientos fisiológicos de la columna cervical, la vértebra cervical no se mueve alrededor de un solo eje.
Las facetas cervicales.
Fisiología del movimiento de flexo-extensión normal.
En el movimiento fisiológico de flexo-extensión, la vértebra cervical realiza un movimiento de rotación en el plano sagital alrededor de un eje frontal al que se suma un movimiento de traslación sagital al estar las facetas orientadas unos 45º.
Además, en la extensión, y para que puedan existir esas componentes de rotación y traslación, el centro instantáneo de rotación (CIR) se localiza por debajo del disco del segmento vertebral, es decir, en el cuerpo vertebral de la vértebra inferior, en el ejemplo del video, en el de C6. Esto es así porque si el CIR estuviera en la propia vértebra, está realizaría un movimiento de báscula.
Durante esta extensión, las facetas de las articulaciones cigapofisarias inferiores de la vértebra suprayacente, se deslizan sobre las facetas superiores de la vértebra subyacente, manteniendo su paralelismo.
Exploración radiológica
Extensión cervical durante una fase del latigazo.
Por medio de radiografías secuenciales de la columna cervical, se ha visto que en la fase del latigazo cervical en la que la columna cervical adopta una forma de “S”, a los 44 ms., el CIR se desplaza hacia arriba, colocándose en el cuerpo vertebral de la propia vértebra, que en el ejemplo del video es C5.
Luego, durante la fase de extensión que se produce a alta velocidad (a los 110 ms.), la vértebra C5 girará alrededor de este CIR anormalmente alto, realizando una rotación sagital posterior, pero sin que apenas se deslice la vértebra. Esto genera que el cuerpo vertebral se separe anteriormente de C6 y que el proceso articular inferior de C5 impacte contra el proceso articular superior de C6. Es decir, una distracción anterior y una compresión posterior asociadas a una pérdida del paralelismo facetario.
En este vídeo podéis ver en imágenes los movimientos del sacro alrededor de sus diferentes ejes que se forman por solicitación muscular o por traumatismos. Señalar que alguno de estos movimientos y ejes, generan controversia entre autores.
El video comienza con la situación de los diferentes ejes sobre esquemas del sacro en sus vistas posterior y lateral. Estos siete ejes son:
-Eje transversal superior (ETS) o eje respiratorio primario de Sutherland.
-Eje transversal medio (ETM) o eje de flexión-extensión mecánica del sacro.
-Eje transverso inferior (ETI) para los movimientos ilíacos.
-Dos ejes oblicuos, responsables de la torsión mecánica del sacro.
-Eje vertical debido a disfunciones del raquis lumbar.
-Eje anteroposterior de origen traumático.
Eje transverso superior del sacro
Es el eje respiratorio primario de Sutherland y se encuentra a nivel del proceso articular de S1-S2. A la flexo-extensión respiratoria del sacro, le corresponde la flexo-extensión de la sínfisis esfenobasilar.
Los movimientos involuntarios del sacro alrededor de este eje son:
-Flexión respiratoria sacroesfenobasilar. La sínfisis esfenobasilar se eleva a la vez que la base sacra se posterioriza y su extremo inferior se anterioriza. Es decir, que el sacro tiende a verticalizarse.
-Extensión respiratoria sacroesfenobasilar, con los movimientos contrarios.
Eje transverso medio del sacro
Es el eje de rotación del sacro con relación a los ilíacos. Es un eje transversal y pasa a nivel del cuerpo de S2.
En el video se representa el deslazamiento de la base sacra y del extremo inferior del sacro.
Estos movimientos, que no los ejes alrededor de los que los realiza, son similares a la nutación (flexión, sacro anterior) y contranutación (extensión, sacro posterior). Muchos autores presentan diferentes teorías tanto en la situación de este eje como del movimiento realizado.
El movimiento de nutación sacra.
Así, los movimientos que efectúa el sacro en el marco del movimiento voluntario son:
-Sacro anterior. La base sacra se sitúa hacia delante y abajo por lo que el sacro se horizontaliza.
Se origina con la inclinación del tronco hacia delante. Primero el sacro efectúa un ligero movimiento de rotación sobre este eje, posteriorizándose la base sacra, mientras que su extremo inferior se anterioriza. Si esta flexión del tronco prosigue, los dos iliacos giran hacia delante con un movimiento alrededor del eje transverso inferior. Si vamos más lejos en esta flexión, los iliacos se paran y el sacro rota sobre el E.T.M., anteriorizándose la base, mientras que su extremo inferior se posterioriza.
-Sacro posterior. La base sacra se sitúa hacia atrás y arriba, con lo que el sacro se verticaliza.
Se produce en la inclinación del tronco hacia atrás (extensión). Ahora la base sacra se anterioriza mientras que su extremo inferior se posterioriza. Al continuarlo, los iliacos giran hacia atrás hasta detenerse y después el sacro efectúa una rotación, posteriorizándose la base y anteriorizándose su extremo inferior.
-Además de estos, se pueden dar movimientos lesivos atípicos como un sacro anterior o posterior unilateral. Se producen por irregularidades de la articulación sacroiliaca o de las facetas articulares lumbosacras y también por traumatismos.
-También se menciona la depresión sacra, denominada sacro anterior o sacro traumático descendido (anteroinferiormente). Estos desplazamientos son parecidos a la traslación anterior y posterior.
El movimiento de contranutación sacra.
Eje transverso inferior del sacro
Es el eje de rotación de los movimientos iliacos con relación al sacro y se encuentra a nivel del extremo inferior de la faceta articular sacra.
Estos movimientos del ilíaco son rotación anterior y posterior. Se producen durante la marcha y están en posición fisiológica opuesta, por lo que el sacro adopta una postura relativa inversa.
Ejes oblicuos de torsión del sacro
Dependen de la fisiología de la marcha al establecerse un cruce de tensiones que da como resultante un eje oblicuo que cruza la articulación sacroiliaca.
Tenemos dos ejes, el izquierdo y el derecho. Se encuentran a nivel del extremo superior de la faceta articular sacra de un lado y el inferior del otro. Este eje y según autores, lo genera el lado de la inclinación lumbar.
Estos movimientos sacros pueden descomponerse en rotación y lateralización, siendo esta rotación sacra opuesta a la rotación lumbar. Tenemos:
El movimiento es alrededor del eje oblicuo derecho. La hemibase izquierda se desplaza hacia adelante y abajo deslizándose por el brazo corto de la articulación sacroiliaca. El ángulo infero-lateral (AIL) del sacro del lado contrario, se mueve hacia atrás y arriba a través del brazo largo de la articulación sacroiliaca. La columna lumbar tiende a aumentar la lordosis, con una actitud escoliótica de convexidad derecha.
El movimiento se realiza alrededor del eje oblicuo derecho y lo genera la flexión o extensión de la columna vertebral. Será del lado de la lateralización lumbar.
La hemibase sacra izquierda se mueve hacia arriba y hacia atrás en el brazo corto de la articulación sacroiliaca. El ángulo ínfero-lateral (AIL) del lado contrario se mueve hacia delante y abajo en el brazo largo de esa articulación. La columna lumbar tiende a rectificarse y a producir una rotación derecha (hacia la concavidad).
Eje vertical del sacro
No interviene en los movimientos fisiológicos del sacro con los iliacos. Afecta al sacro en rotación (subluxación), siendo la causa entre otros factores, una disfunción lumbar que produce una pseudorotación pélvica. También sucede si uno de los dos i1iacos no puede seguir normalmente el movimiento del sacro.
Estos movimientos de rotación sacra pueden confundirse con los movimientos de torsión alrededor de los ejes oblicuos.
Los movimientos del sacro alrededor del eje vertical son:
-Rotación izquierda. El lado ventral del sacro “mira” a la izquierda. La hemibase y el A.I.L izquierdo se desplazan hacia atrás, mientras que el A.I.L. y la hemibase derechas se desplazan hacia delante.
-Rotación derecha. El lado ventral del sacro “mira” a la derecha. Es decir, todo al contrario que la rotación izquierda.
Eje anteroposterior del sacro
Este eje patológico lo produce una lesión secundaria a un iliaco ascendido (o descendido) de origen traumático. Esta lesión fuerza al sacro a inclinarse del lado contrario.
Los movimientos de lesión sacra son:
-Lateralización derecha. Lo produciría un ilíaco izquierdo ascendido. La base sacra se inclina a la derecha y el extremo inferior del sacro se desplaza hacia la izquierda. Se suele acompañar de una lateralización izquierda de L5.
-Lateralización izquierda. Lo produciría un ilíaco derecho ascendido.
En este video podéis ver en imágenes los movimientos del iliaco alrededor de sus diferentes ejes. Se ha de decir que alguno de estos movimientos, o parte de ellos, generan controversia entre autores.
Rotación del ilíaco respecto al sacro
El movimiento de rotación del ilíaco con respecto al sacro tiene el eje en la inserción del ligamento axial a nivel de S-2. Para evaluar las referencias anatómicas de este movimiento, hemos de situar los tubérculos púbicos y las espinas iliacas anterosuperiores en el plano frontal.
Pero la rotación del coxal se realiza en su propio plano, no en el plano sagital y este movimiento se puede representar como una rueda un poco caída y dividida en cuatro cuadrantes direccionales.
Rotación anterior del ilíaco
En la rotación anterior la espina iliaca anterosuperior desciende y la posterior asciende. La tuberosidad isquiática desciende y se atrasa. La cavidad cotiloidea desciende, con lo que el miembro inferior se alarga.
En la rotación posterior, la espina iliaca anterosuperior asciende y la posterior desciende. La tuberosidad isquiática asciende y se adelanta. La cavidad cotiloidea asciende, con lo que el miembro inferior se acorta.
El cuadrante púbico. En estos movimientos, y si aislamos el pubis, podemos observar que en la rotación anterior, el pubis se desliza hacia abajo y atrás, mientras que en la rotación posterior, se adelanta y asciende. Esto es así al contemplar el eje principal de deslizamiento del pubis, que se consideraría como un eje largo. El pubis también tiene un eje horizontal que autoriza los movimientos de torsión.
Rotación posterior del ilíaco
Movimientos iliofemorales
Son los movimientos de anteversión y retroversión de los coxales utilizando como eje, el eje acetabular. La anterioridad de un ilíaco asociada a la posterioridad del otro, provocará la torsión de la pelvis.
Iliaco anterior (anteversión). Podemos observar que la cresta asciende y avanza, la espina iliaca anterosuperior desciende y también avanza, mientras que la posterosuperior asciende y avanza. El pubis se desliza hacia abajo y atrás pero el isquion lo hace hacia arriba y atrás. El sacro se horizontaliza y va hacia delante y arriba, con lo que la articulación sacroilíaca también asciende y avanza. La anterioridad bilateral, provocará la anteversión de la pelvis.
Además, la columna lumbar asciende, avanza y se lordotiza y en bipedestación la longitud del miembro inferior no se modifica.
Rotaciones ilíacas
Iliaco posterior (retroversión). Ahora todo sería al contrario. Podemos observar que la cresta desciende y se atrasa, la espina iliaca anterosuperior asciende y también se atrasa, mientras que la posterosuperior desciende y se atrasa. El pubis se desliza hacia delante y arriba pero el isquion lo hace hacia abajo y delante. El sacro se verticaliza, va hacia atrás y abajo, con lo que la articulación sacroilíaca también desciende y se atrasa. La posterioridad bilateral provocará retroversión de la pelvis.
Además, la columna lumbar baja se atrasa y se deslordotiza y en bipedestación, la longitud del miembro inferior no se modifica.
Absorción de las fuerzas asimétricas en la pelvis.
Es el movimiento que realiza el ilíaco hacia la rotación posterior debido a las diferentes fuerzas que tiene que absorber. Estas fuerzas son:
Las descendentes que recibe a través de la columna y el sacro. El raquis lumbar aumenta la lordosis y el sacro realiza un movimiento de nutación.
Las fuerzas ascendentes las recibe del suelo. El ilíaco realiza una rotación posterior utilizando de eje la articulación coxofemoral. La cresta ilíaca se atrasa y el isquion avanza.
Así y a nivel pélvico, la suma de las fuerzas descendentes y de las descendentes provoca una nutación sacra y una rotación posterior ilíaca.
Absorción de las fuerzas asimétricas
Torsión pélvica.
La torsión de la pelvis esta originada por la rotación anterior de un ilíaco y la rotación posterior del otro. Es decir, la contrarotación de cada uno de los ilíacos con lo que el sacro deberá adaptarse con una torsión anterior.
Apertura y cierre iliaco
Este movimiento se genera alrededor del eje que va desde las articulaciones sacroilíacas al pubis, aunque hay autores que dicen que es alrededor de un eje anteroposterior a nivel de S2.
En el movimiento de apertura (out flare), las crestas se separan, las tuberosidades isquiáticas se acercan y el sacro se verticaliza. A nivel del pubis hay un pinzamiento polar inferior.
En el movimiento de cierre (in flare), las crestas se acercan, las tuberosidades isquiáticas se separan y el sacro se horizontaliza. A nivel del pubis hay un pinzamiento polar superior.
Movimientos del ilíaco
Rotaciones externa e interna del ilíaco
Este movimiento también genera controversias. Son las rotaciones del ilíaco que se realizan alrededor de un eje vertical que pasa por S-2.
En la rotación externa hay una apertura del ala ilíaca con lo que la espina iliaca anterosuperior va hacia lateral mientras que la posterosuperior lo hace hacia medial. El pubis de ese lado se decoapta.
En la rotación interna es lo contrario, hay un cierre del ala ilíaca con lo que ahora la espina iliaca anterosuperior va hacia medial mientras que la posterosuperior lo hace hacia lateral. El pubis de ese lado se impacta.
En este video podéis ver una recreación con imágenes animadas, sobre este movimiento de rotación a nivel lumbar. En la práctica clínica diaria puede ocurrir que sobre el sujeto y al cambiar de decúbito o de movimiento, se puede interpretar mal que sentido de rotación estamos realizando, con lo que a su vez se puede errar en la intención de cuál de las dos interlíneas coapta y cual decoapta.
Articulaciones dorso-lumbares
El video se inicia con una representación de estos conceptos en una teórica postura neutra y remarcando la morfología curvada de las facetas lumbares y lógicamente, de las articulaciones facetarias.
Movimientos facetarios
También aparece una representación gráfica de la rotación global de la columna vertebral, separando cada nivel. Evidentemente los números son aproximados y sacados de los textos. Remarcar la poca rotación del raquis lumbar, con un rango total entre los cinco y los siete grados.
Sección interzigapofisaria lumbar
Se representa la rotación lumbar de L3 sobre L4 en la postura anatómica de referencia.
En el ejemplo aparece la rotación derecha de L3 en un rango normal, con lo que tendremos una coaptación izquierda (contralateral) y una decoaptación derecha (homolateral).
Si aumentamos este rango con una rotación máxima, el eje de rotación se desplaza hacia la interlínea ya coaptada que se comportará como un pivote fijo. Aparte del cizallamiento del disco, tenemos que las facetas contralaterales (izquierdas) se impactan aún más y las facetas homolaterales (derechas) realizan un bostezo.
Rotación lumbar
La rotación lumbar en la práctica diaria
Este ejemplo anterior, en la postura anatómica de referencia, sería como si ante un paciente realizáramos un “articulatorio descendente”, por ejemplo, en sedente y hacia la rotación derecha. Es decir, y tal como dicen los textos, con una coaptación contralateral y una decoaptación homolateral de las interlíneas articulares. En este ejemplo donde realizamos una rotación derecha la coaptación contralateral sería en el lado izquierdo y la decoaptación homolateral en el lado derecho.
Morfología de las facetas lumbares
Pero, ¿qué ocurre si realizáramos un “articulatorio ascendente”? Un ejemplo habitual es con el sujeto en decúbito prono, con fulcros a nivel lumbar y traccionando de la cresta ilíaca, por ejemplo, de la derecha. Si aplicamos la fijación sobre L3, ahora se podría pensar que es una “rotación derecha” de L4 bajo L3.
Si pensamos en lo aprendido de los libros, ahora el comportamiento parece cambiar, pues en esta “rotación derecha” coaptan las facetas de la interlínea homolateral que son las del lado derecho y decoaptan las facetas de la interlínea contralateral que son las del lado izquierdo del sujeto, es decir, al revés de lo que dice la fisiología en los textos. En realidad, esto es una apreciación postural errónea y por eso contradice los esquemas aprendidos, pues ese gesto articulatorio no es una rotación derecha, sino que es una rotación izquierda.
Interpretación de la rotación lumbar
Para entenderlo mejor y siguiendo con el mismo ejemplo veamos la siguiente imagen. El sujeto esta en decúbito prono, fijamos un nivel lumbar y traccionamos de la cresta iliaca derecha que arrastrará los segmentos lumbares inferiores al fulcro. Este gesto que estamos realizando, nos da en apariencia una rotación derecha lumbar (A), pues las vértebras lumbares miran hacia ese lado.
Pongamos un poco de imaginación y en el momento que traccionamos de la cresta ilíaca, pausamos y congelamos esa imagen (B). En el dibujo, pero ahora en una vista posterior, aparece la cresta ilíaca derecha levantada (la que hemos traccionado en la imagen A).
En el lado izquierdo de la imagen aparece un croquis anatómico con la fijación sobre L3 (stop) y la tracción que recibe L4 y que le llega de la cresta ilíaca. Aparece la interlínea derecha coaptada (flechas rojas) y la interlinea izquierda decoaptada (flechas verdes). Ese croquis es el que deberíamos visualizar por debajo de nuestras manos cuando realizamos este tipo de articulatorios.
Articulatorio lumbar
Sigamos poniendo imaginación. Ahora giramos esa misma imagen 90º y quitamos la camilla, que es como si colocáramos al sujeto en bipedestación (C). Y ¿en qué rotación esta? Pues está en rotación izquierda y no en rotación derecha. Si retomamos el comportamiento fisiológico de la rotación lumbar, en esta rotación izquierda “congelada” estarían coaptadas las facetas de la interlínea contralateral (derecha) y decoaptadas las facetas de la interlínea homolateral (izquierda), tal y como se aprecia en el croquis anatómico. Ese croquis es el mismo que el utilizado antes para el decúbito prono, pero girado. Ahora sí que coincide con lo que dicen los textos.
Ejemplo de aplicación de la rotación lumbar.
Un ejemplo de aplicación sería si estuviéramos tratando una patología interapofisaria por ejemplo en compresión e hiperconvergencia. En nuestra estrategia de tratamiento, la primera intención podría ser decoaptar las facetas del lado afecto y la segunda, un recentraje en divergencia de esa interlínea articular.
En caso de una interpretación errónea del comportamiento facetario según la postura del sujeto, es decir y siguiendo con el mismo ejemplo, pensando que estamos realizando una rotación derecha cuando en realidad es una rotación izquierda, puede hacer que los objetivos del tratamiento los estemos aplicando de manera opuesta.
Un saludo y gracias por seguir mi blog y mi canal de YouTube.
En el siguiente video intento mostrar algunos de los movimientos que se realizan entre el occipital y las diferentes vértebras de este nivel, es decir, entre el occipital y el atlas y entre el atlas y el axis.
En el raquis cervical y desde la óptica de la fisiología, hay tres parámetros funcionales de movilidad que son la flexión, la extensión, la inclinación lateral (flexión lateral) y la rotación. Lógicamente estos dos últimos a ambos lados. Pero la mayor parte de esta movilidad tiene que ver con la zona cráneo-cervical y su complejidad, sobre todo en cuanto a los movimientos acoplados.
Lo habitual en la columna cervical son movimientos de media amplitud, para dirigir la mirada aunque intentando mantener su horizontalidad, ocupándose de estos movimientos el nivel cráneo-cervical.
En conjunto, la articulación C0-C1 (occipito-atloidea) realiza el 50% de la flexo‐extensión, mientras que la articulación C1-C2 (atlanto-axoidea) realiza entre el 60 y el 70% de la rotación total.
FLEXIÓN Y EXTENSIÓN CERVICAL
El rango total de movilidad en la flexo-extensión cráneo-cervical, se reparte aproximadamente por igual entre ambos segmentos C0-C1 y C1-C2, es decir entre el occipital y el atlas y entre el atlas y el axis.
Occipito-atloidea
El movimiento de flexo-extensión del occipital sobre el atlas se produce por el deslizamiento de los cóndilos occipitales sobre las masas laterales del atlas. Este deslizamiento de los cóndilos es en dirección contraria al movimiento angular, debido a que es una articulación convexo-cóncava.
La magnitud de flexo-extensión en este segmento se estima entre los 13º y los 25º.
En la flexión la concha del occipital se separa del arco posterior del atlas y los cóndilos occipitales retroceden sobre las masas laterales del atlas. Este movimiento se asocia a la flexión del atlas sobre el axis, por lo que el arco posterior del atlas también se separa del arco posterior del axis.
La flexión y la extensión cervical.
Durante la extensión ocurre lo contrario. Los cóndilos occipitales avanzan y la concha del occipital se aproxima al atlas a la vez que el arco posterior del atlas se aproxima al arco posterior del axis.
Atlanto-axoidea
La movilidad en flexo-extensión del atlas ha sido cuestionada, aunque algunos autores han demostrado radiológicamente su movilidad. En este movimiento de flexo-extensión, el atlas báscula hacia delante y hacia atrás sobre el axis con lo que el arco anterior tiene un deslizamiento cráneo-caudal.
Además, durante este movimiento que es de unos 20º, también existe una componente de inclinación lateral.
INCLINACIÓN LATERAL CERVICAL
Debido a que es habitual realizar la inspección física del raquis cervical por detrás, he de advertir que el gráfico que aparece en el video en este movimiento, está realizado en una vista antero-posterior.
Entre el occipital y el atlas y en este movimiento de flexión lateral de la cabeza se ha descrito un deslizamiento lateral del atlas entre los cóndilos y el cuerpo del axis hacia el lado de la inclinación. Es decir que el atlas se desplaza homolateralmente a la inlinación. Esta flexión lateral es muy pequeña, de aproximadamente 4º a 5º a cada lado.
Movimientos entre el occipital y el atlas
Este movimiento de inclinación del atlas sobre el axis es muy pequeño, de unos 5º a cada lado. Además y durante esta flexión lateral, el atlas realiza un movimiento acoplado de flexión y rotación contralateral.
ROTACIÓN CERVICAL
Más del 50% de la rotación de la cabeza es craneocervical y cuando necesitamos más amplitud, utilizamos la columna torácica.
La rotación del occipital sobre el atlas acompaña a la rotación del atlas sobre el axis, que se realiza alrededor de un eje vertical que pasa por el centro de la odontoides. Esta rotación es un movimiento muy complejo.
Occipital-Atlas
La amplitud de la rotación entre C-0 y C-1, es de 5 a 10º a cada lado. Esta rotación del occipital hacia un lado pone en tensión el ligamento alar del lado contrario. Esta tensión induce un pequeño deslizamiento de ese cóndilo hacia medial. Es decir que en una rotación a un lado, el occipital también se desliza hacia ese mismo lado y se inclina al contrario.
Movimientos entre el atlas y el axis
Atlas-Axis
La rotación es el gran movimiento atlanto-axial, con casi 40º a cada lado. Durante esta rotación del atlas sobre el axis, el atlas tiene un pequeño desplazamiento vertical en dirección caudal. Es decir, que en un lado se desliza hacia delante y bajará, disminuyendo la altura. Del otro lado también desciende y va hacia atrás.
Además, esta rotación axial del atlas se asocia a inclinación contralateral y flexión del atlas con respecto al axis. .
Las rotaciones externa e interna de la tibia, afectan de forma diferente a la tensión del sistema ligamentario de la rodilla. Además, la deformidad de ambos meniscos así como el riesgo capsular, es igualmente diferente en cada una de estar rotaciones.
En este video muestro por medio de imágenes animadas, estos cambios de tensión ligamentaria así como la deformidad meniscal y el riesgo capsular.
INTERLÍNEA ARTICULAR DE LA RODILLA
Vemos una imagen a modo de corte axial de la rodilla donde he quitado el fémur, aunque he dejado la silueta de los cóndilos (línea azul).
Tensión de los ligamentos de la rodilla
En la primera parte del video y en una vista axial, vemos que con la rotación externa de la tibia, los ligamentos laterales de la rodilla se ponen en tensión (color rojizo), mientras que los ligamentos cruzados la pierden (color verdoso).
Con la rotación interna ocurre lo contario, ahora son los ligamentos cruzados de la rodilla los que aumentan la tensión (color rojizo), mientras que los ligamentos laterales la pierden (color verdoso).
Rotación de la tibia y deformidad meniscal.
Deformidad meniscal y riesgo capsular
En la siguiente secuencia y también en una vista axial, se observan estas mismas rotaciones de la tibia y como los meniscos se deforman en un sentido diferente. Para entenderlo mejor hemos de pensar que los cóndilos femorales están parados y digamos que retienen a los meniscos.
En la rotación externa de la tibia, el platillo tibial externo se va hacia atrás, pero el cóndilo femoral externo está parado. Así, el menisco lateral se verá retenido por el cóndilo femoral mientras que el platillo tibial sigue su camino hacia atrás. Con esto, durante esta rotación externa el menisco se deforma hacia delante (flecha marrón).
A nivel del menisco medial ocurre una deformidad parecida. El platillo tibial va hacia delante, pero el cóndilo femoral está parado y reteniendo al menisco, con lo que este se deforma hacia atrás (flecha marrón) empujado por el cóndilo femoral.
Pero aun siendo la tibia la que se desplaza, en esta rotación es como si el cóndilo femoral medial empujara hacia atrás. Este empuje pone en riesgo la cápsula postero-interna de la rodilla (icono de relámpagos).
La rotación tibial y los ligamento cruzados.
En la rotación interna de la tibia, ocurre lo mismo pero al contrario. El menisco lateral se verá retenido por el cóndilo femoral mientras que el platillo tibial sigue su camino hacia delante. Con esto, durante esta rotación el menisco se deforma hacia atrás (flecha marrón).
Este mismo empuje hacia atrás del cóndilo femoral pondrá en riesgo la cápsula postero-externa de la rodilla.
En esta rotación, el menisco medial se verá retenido por el cóndilo femoral interno y se deformará hacia delante (flecha marrón).
VISTA POSTERO-EXTERNA DE LA RODILLA
En la segunda parte del video y para poder ver mejor estos cambios, muestro estos mismos movimientos de rotación tibial, pero desde una vista oblicua posterior de la rodilla.
Tensión de los ligamentos de la rodilla
Primero vemos los cambios de tensión de los ligamentos de la rodilla en cada uno de estos movimientos de rotación de la tibia.
En la rotación externa de la tibia aumentan la tensión los ligamentos laterales (color rojizo), mientras que los cruzados pierden parte de su tensión.
En la rotación interna aumenta la tensión de los ligamentos cruzados, pero ahora son los ligamentos laterales los que la pierden.
La rotación tibial y los ligamentos laterales.
Deformidad meniscal y riesgo capsular
En la siguiente secuencia se observa cómo se deforman cada uno de los meniscos. Como he mencionado más arriba, para entenderlo mejor hemos de pensar que los cóndilos femorales están parados y digamos que retienen a los meniscos.
En la rotación externa de la tibia, el platillo tibial externo rota va hacia atrás, pero el cóndilo femoral externo está parado. El cóndilo femoral retiene (flecha verde) al menisco lateral y como el platillo tibial sigue su camino hacia atrás, el menisco se deforma hacia delante (flecha marrón).
A nivel del menisco medial ocurre lo mismo. El cóndilo femoral está parado y reteniendo al menisco, pero el platillo tibial se va hacia delante. Así el menisco medial se deforma hacia atrás empujado por el cóndilo femoral.
Este empuje hacia atrás del cóndilo femoral pone en riesgo la cápsula postero-interna de la rodilla (icono de relámpagos).
En la rotación interna de la tibia, el menisco lateral se verá retenido por el cóndilo femoral externo (flecha verde), mientras que el platillo tibial sigue su camino hacia delante, lo que hace que el menisco lateral se deforme hacia atrás.
Este empuje hacia atrás del cóndilo femoral externo pondrá en riesgo la cápsula postero-externa de la rodilla.
En esta rotación interna de la tibia, el menisco medial se verá retenido por el cóndilo femoral interno mientras el platillo tibial va hacia atrás, con lo que el menisco se deformará hacia delante.
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También conocido como ángulo de torsión femoral, está formado por la intersección de las proyecciones del eje del cuello del fémur con la del eje transcondileo, que es el que forman el borde posterior de ambos cóndilos femorales. En una vista superior, el cuello del fémur ya forma un ángulo anterior formado a consecuencia de la evolución hacia la bipedestación, siendo su valor normal en la edad adulta de entre 10 y 30 grados, con variaciones de 12° y 15°
En el video (con música de YouTube), intento mostrar el comportamiento de la extremidad inferior y del pie ante el aumento o la disminución de este ángulo.
La retroversión femoral (retrotorsión).
Es cuando disminuye este ángulo de declinación, situándose por debajo de los 10º, de modo que la cabeza del fémur miraría más hacia atrás.
En realidad y debido a que la articulación de la cadera ha de mantener su congruencia articular, lo hemos de ver de forma que la diáfisis femoral se torsiona sobre si misma hacia una rotación lateral. Con esto, la retroversión se asocia a la rotación externa de la extremidad inferior. Así si recolocáramos el eje de los cóndilos femorales en el plano frontal, la cabeza del fémur quedaría mirando hacia atrás, razón por la cual se le llama cadera retroversa.
La anteversión femoral (antetorsión).
Es todo al contrario. Aumenta este ángulo de declinación por encima de los 20º, es decir, que el cuello esta más orientado hacia delante. Esto condiciona a un aumento de la rotación medial de la cadera, es decir, que la extremidad inferior tendrá tendencia a la rotación interna.
Ángulo de declinación femoral.
El ángulo de declinación femoral y el comportamiento del pie
Como menciona Christopher H. Wise, a menudo es difícil determinar si el deterioro en anteversión o retroversión a nivel de la cadera conduce a una compensación y deterioro a nivel del tobillo/pie o es al revés, que un deterioro a nivel distal, se compensa a nivel proximal.
Es importante hacer una diferenciación de esta doble óptica, pues conlleva a un comportamiento contrario en el pie. Ambos tipos de compensaciones utilizan de “intermediarias” a la rodilla y a la tibia.
Así, en una cadera retroversa, donde el ángulo de declinación esta disminuido, conduce a una tendencia del miembro inferior hacia la rotación externa. Con esto, la torsión externa de la tibia, puede conducir a una inversión calcánea y un exceso de supinación del pie.
En la cadera anteversa, la tendencia de la pierna es hacia la rotación interna. La torsión interna de la tibia puede conducir a una eversión del calcáneo y a un exceso de pronación del pie.
El ángulo de declinación y el pie.
Este ángulo de declinación, no lo hemos de confundir con el ángulo de inclinación del cuello femoral.
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Recordemos que los modelos de tratamiento que utilizan la mecánica no neutra (tipo II) o la 2ª ley de Fryette se basan en la ley del movimiento que es la de la función dinámica. Dice que cuando los cuerpos vertebrales rotan hacia un lado, hay una inflexión lateral hacia el mismo lado, es decir, en el sentido de la concavidad.
Esto se produce cuando hay una alteración de la curva anteroposterior hacia la flexión o la extensión y no se puede aplicar a todo el raquis, pues el plano de las superficies articulares varia su orientación espacial según el nivel vertebral.
Modelo disfuncional
Siguiendo el modelo disfuncional dentro de la mecánica no neutra, podemos encontrar dos tipos de disfunciones: disfunción ERS y disfunción FRS.
El comportamiento de ambas disfunciones podría decirse que es el mismo. Hacia un movimiento de flexión o de extensión, ambas facetas se deslizan libremente con lo cual la vértebra completa ese movimiento. Pero hacia el movimiento contrario, si una de las facetas no realiza ese deslizamiento, la otra al realizarlo libremente, hace que la vértebra pivote sobre la faceta en restricción y rote y se incline.
Pero individualizando que faceta es la disfuncional y hacia qué movimiento no se desliza, encontramos una notable diferencia que se utiliza en la aproximación diagnóstica de algunos modelos de tratamiento vertebral. Esa diferencia es la relación entre el lado de la faceta disfuncional y la transversa que debido a la rotación que provoca la disfunción, ahora se palpa más posterior.
A continuación explico dos ejemplos de este modelo disfuncional y que aparecen en el siguiente video.
Pero antes y en la primera secuencia, realizo un recuerdo de los conceptos de convergencia y divergencia, conceptos que ya expliqué en esta entrada, donde también encontraréis el enlace a su video.
Faceta disfuncional y posterioridad. EJEMPLO 1: FRSd
Podemos observar que cuando la vértebra se dirige hacia la flexión y al estar ambas facetas libres, la vértebra realiza ese movimiento sin problemas.
Pero cuando la vértebra se dirige hacia la extensión, la faceta izquierda, tal vez a causa de algún tipo de tensión, no se desliza hacia la convergencia (flecha roja de la imagen), mientras que la derecha que está libre, sí que lo hace.
Este deslizamiento hacia la convergencia de la faceta derecha libre, hace que la vértebra cuando se dirige hacia la extensión, pivote sobre la faceta disfuncional izquierda, con lo que la vértebra realiza una rotación y una inclinación derechas (RdSd).
Podéis ver este video animado con la disfunción FRS.
Así, en la evaluación analítica de algunos modelos de exploración y durante la palpación de la columna vertebral, encontraríamos esta posterioridad, es decir, la noción de notar esa apófisis transversa derecha de la vértebra “más prominente”.
Como argot definitorio y hasta cierto punto coloquial, en este ejemplo de una disfunción FRSd, podemos decir “faceta izquierda, posterioridad derecha”. Es decir, la faceta disfuncional es la del lado izquierdo, pero la transversa posterior (P) es la del lado derecho.
Disfunciones ERSi y FRSd: Faceta disfuncional y posterioridad.
Faceta disfuncional y posterioridad. EJEMPLO 2: ERSi
En esta segunda parte del video podemos observar que cuando la vértebra se dirige hacia la extensión y al estar ambas facetas libres, la vértebra realiza ese movimiento sin problemas.
Pero cuando la vértebra se dirige hacia la flexión, la faceta izquierda no se desliza hacia la divergencia (flecha roja de la imagen), tal vez por algún tipo de restricción, mientras que la derecha que está libre, sí que lo hace.
Este deslizamiento hacia la divergencia de la faceta derecha libre, hace que la vértebra cuando se dirige hacia la flexión (F), pivote sobre la faceta disfuncional izquierda, con lo que la vértebra realiza una rotación e inclinación izquierdas (RiSi).
Podéis ver este video animado con la disfunción ERS.
Así, en la evaluación analítica de algunos modelos de exploración y durante la palpación de la columna vertebral, encontraríamos esta posterioridad, es decir, la noción de notar esa apófisis transversa izquierda de la vértebra “más prominente”.
Como argot definitorio y hasta cierto punto coloquial, y en este ejemplo con una disfunción ERSi, podemos decir “faceta izquierda, posterioridad izquierda”. Es decir, la faceta disfuncional es la del lado izquierdo, pero en este caso, la transversa posterior (P) también es la del lado izquierdo.
Espero que os sea de utilidad.
Un saludo a todos.
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Dentro de estas leyes, la 2ª ley de Fryette es la ley del movimiento, la de la función dinámica. Dice que partiendo de flexión o de extensión, cuando los cuerpos vertebrales rotan hacia un lado hay una inflexión lateral hacia el mismo lado, es decir, en el sentido de la concavidad.
El acoplamiento mecánico no neutro o de tipo II, provoca la rotación y la inclinación lateral en el mismo sentido. Esto se produce cuando hay una alteración de la curva anteroposterior hacia la flexión o la extensión.
A modo de recuerdo, añadir que dentro de los movimientos paralelos tenemos:
-El movimiento de divergencia se refiere al deslizamiento de la faceta articular inferior de la vértebra superior en dirección anterior y superior con respecto a la faceta articular superior de la vértebra inferior. Es decir, la faceta de la vértebra de arriba se “va” de la faceta de la vértebra de abajo.
-Mientras que el de convergencia sería el movimiento contrario. Es el deslizamiento de la faceta articular inferior de la vértebra superior, en dirección posterior e inferior con respecto a la faceta articular superior de la vértebra inferior. Es decir que la faceta de arriba se acerca a la que tiene debajo.
Podéis ver este vídeo con estos dos movimientos, junto a los de coaptación y decoaptación. La explicación de cada uno de ellos está en esta entrada de este mismo blog. Entrada de la que extraigo la siguiente imagen, donde podéis ver estos movimientos.
Segmento vertebral: Movimientos paralelos y perpendiculares.
Así, en flexión o en extensión, la forma y disposición de las apófisis articulares condiciona el movimiento que viene después, bloqueándose, condicionando este comportamiento en la rotación. Mientras que en la inclinación lateral, las superficies articulares se convierten en una especie de guía para los movimientos.
Leyes de Fryette
Esta 2ª ley de Fryette o el acoplamiento mecánico no neutro, no se puede aplicar a todo el raquis, pues el plano de las superficies articulares varía su orientación espacial según el nivel vertebral. Además, influye la forma y disposición de las facetas articulares.
Los ejemplos que explico a continuación corresponden a los dos videos que menciono, cada uno en su explicación. Los he subido por separado porque a efectos de compresión práctica, es más fácil de entenderlos que no los dos ejemplos juntos en el mismo vídeo.
Antes he de mencionar que solo intento poner texto al título de esta entrada, sin entrar en controversias sobre “lo que es” y “lo que no es”.
Ejemplo 2ª ley de Fryette: DISFUNCIÓN FRSd
Este ejemplo lo muestro en este video con una disfunción FRSd que también sigue el acoplamiento mecánico no neutro o de tipo II, es decir, la 2ª Ley de Fryette.
La explicación sigue el orden de las diferentes secuencias.
El video comienza con un recuerdo de los conceptos de convergencia y divergencia. Este trozo esta repetido en el vídeo con la disfunción ERSi, por si algún usuario mira solo uno de los dos videos.
Podemos observar que la vértebra en el movimiento de flexión, y al estar ambas facetas libres, el movimiento se realiza con normalidad. Luego la vértebra vuelve a la posición neutra y sigue hacia la extensión, pero no realiza el movimiento correcto.
Es decir que ambas facetas se deslizan bien hacia la divergencia, pero y siguiendo con este ejemplo, cuando la vértebra se dirige hacia la extensión, la faceta izquierda y debido a algún tipo de tensión, no se desliza hacia la convergencia.
Así en este movimiento de extensión, la faceta derecha libre se desliza hacia la convergencia pivotando la vértebra sobre la faceta disfuncional izquierda. Esto provoca la rotación y la inclinación de la vértebra hacia ese mismo lado libre, es decir, hacia la derecha > Rd Sd
A nivel coloquial diríamos que la vértebra tiene libres los movimientos de flexión, rotación e inclinación derechas que es la definición de la disfunción > FRSd.
2ª Ley de Fryette: Ejemplo FRSd
Ejemplo 2ª ley de Fryette: DISFUNCIÓN ERSi
Este otro video muestra el ejemplo de una disfunción ERSi, que sigue el acoplamiento mecánico no neutro o de tipo II, es decir, la 2ª Ley de Fryette.
Al igual que en el anterior ejemplo, la explicación sigue el orden de las diferentes secuencias.
El video comienza con un recuerdo de los conceptos de convergencia y divergencia. Este trozo esta repetido en el vídeo del ejemplo anterior con la disfunción FRSd, por si algún usuario mira solo uno de los dos videos.
Podemos observar que la vértebra en el movimiento de extensión, y al estar ambas facetas libres, éstas se deslizan bien hacia la convergencia. Luego la vértebra vuelve a la posición neutra y sigue hacia la flexión, pero no realiza el movimiento correcto.
Es decir que ambas facetas se deslizan bien hacia la convergencia, pero y siguiendo con este ejemplo, cuando la vértebra se dirige hacia la flexión, la faceta izquierda y debido a algún tipo de tensión, no se desliza hacia la divergencia.
Así en este movimiento de flexión, la faceta derecha libre se desliza hacia la divergencia pivotando la vértebra sobre la faceta disfuncional izquierda. Esto provoca la rotación y la inclinación de la vértebra hacia el lado de la faceta disfuncional, es decir, hacia la izquierda > Ri Si
A nivel coloquial diríamos que la vértebra tiene libres los movimientos de extensión, rotación e inclinación izquierdas que es la definición de la disfunción > ERSi.
2ª Ley de Fryette: Ejemplo ERSi
Supongo que es un poco difícil de entender, pero ayuda si visualizamos estos dos ejemplos en, digamos, 3D. En esta entrada podéis ver un modelo de vértebra en formato recortable.
En esta otra entrada hay otra manera de ver las Leyes de Fryette, pero utilizando un modelo de segmento vertebral, digamos, no tan recomendable.
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