domingo, 14 de junio de 2020

Índices radiológicos de la columna cráneo-cervical.

En el siguiente video intento mostrar algunos de los índices radiológicos utilizados de forma habitual a nivel cráneo-cervical, es decir, entre el occipital, el atlas y el axis.

Cada uno de estos índices o métodos utiliza sus referencias para la medición, por lo que lógicamente, no hay mucho que explicar y en caso de necesitarse, es mejor acudir a algún texto para recabar una información más exhaustiva.

En el video, donde es aconsejable ir pausando la reproducción, aparecen muchos de estos índices en las tres vistas.



ÍNDICES RADIOLÓGICOS CERVICALES: Vista lateral


-En la primera parte de video, muestro una serie de líneas que toman como referencia, aparte de al atlas y al axis, el opistion, el basion y el paladar duro. Además del ángulo cráneo-vertebral y del ángulo basal de Welcher tenemos:

-Línea de McGregor. Desde el borde del paladar óseo al punto más inferior del agujero occipital. Esta línea ha de estar por encima de la odontoides.

-Linea de Chamberlain. Se dibuja desde el margen posterior del paladar duro hasta el opistion. El vértice de la odontoides no debe proyectarse más de 2,5 milímetros por encima de esta línea.

-Linea de McRae, Del borde anterior del foramen magno al borde posterior del mismo (opistion). La odontoides debe situarse por debajo de esta línea.

-Línea de Wackenheim, o línea de Thiebaut-Vrousos-Wackenheim. Es la distancia entre el clivus y el vértice de la odontoides.

-Siguen los índices de inestabilidad de Harris, el de Klauss, el de Lee’s y el de Power’s.
La inestabilidad es una pérdida del control de la movilidad articular con una posible atenuación ligamentaria, es decir, un aumento de la longitud de los ligamentos craneocervicales que suele detectarse radiográficamente y puede provocar una compresión de las estructuras neurales y vasculares.

-El índice de Powers es la distancia entre el basion y el arco posterior del atlas y debe ser igual a la distancia entre el opistion y el arco anterior del atlas.

-El intervalo atlanto-odontoideo anterior corresponde a la distancia entre el margen (porción) posterior del arco anterior del atlas y la cara anterior de la odontoides. Este intervalo no debe ser superior a 3 milímetros en el adulto o a 4 milímetros en el niño. La distancia normal ha de ser entre 2-3 milímetros y en niños 4-5 milímetros.

-En el intervalo atlanto-odontoideo posterior la odontoides, no debe superar los 13 milímetros.

-Método de Redlund-Jonnell y Pettersson. Se coge la linea de McGregor en diferencia a la vertical de la odontoides. Da una medida de unos 35 milímetros en hombres.

-Método de Ranawat. Mide la distancia del centro de las articulaciones laterales del axis con respecto al plano del atlas. También existe el método de Ranawat modificado, para la subluxación entre el atlas y el axis.

-El método de Clark divide en tres partes a la odontoides.

-El video continúa con el esguince entre C1 y C2 junto a la fractura del cuello de la odontoides o tipo I.
-Sigue con los tipos de fractura del axis.

-Por último y en esta vista lateral, los métodos lineales para medir la angulación entre los cuerpos de C2 y el de C3 o entre sus bases, así como el método de medición de la traslación (desplazamiento) entre estas vértebras. vértebras.

Radiología craneocervical. Índices.

Radiología craneocervical. Índices.

Métodos de medición: Subluxación atlas-axis.

Métodos de medición: Subluxación atlas-axis.

ÍNDICES RADIOLÓGICOS CERVICALES: Vista anterior


-Tipos de fracturas del axis: de la odontoides, del cuello y de la base, que pueden estar desplazadas, alineadas o anguladas. En las fracturas de la apófisis odontoides tenemos diferentes tipos:
Tipo I: En la parte superior (vértice) y lateralmente (normalmente oblicua).
Tipo II: En la base pero solo la apófisis.
Tipo III: Arrastra parte del cuerpo vertebral del axis.

-Fracturas del atlas.


Índices entre C0-C1: Las línea basilar de Wackenheim o línea bimastoidea de Fischgold’s, la línea bidigastrica de Fischgold’s y la línea de Schmidt-Fisher.

-La línea Bidigástrica de Vetzger y Fischgold. Une las dos ranuras donde se inserta el músculo digástrico en la cara interna de la base de la mastoides. Esta línea pasa por encima del vértice de la odontoides.

-Otra forma de detectar en una proyección anteroposterior una impresión basilar es trazar la línea basilar de Wackenheim. Esta línea une los extremos inferiores de ambas mastoides y suele situarse un centímetro por debajo de la línea bidigástrica.

-Los esguinces entre C1 y C2, como la torticolis traumática en rotación o la subluxación.

Fracturas del atlas y del axis.

Fracturas del atlas y del axis.

ÍNDICES RADIOLÓGICOS CERVICALES: Vista axial


-En esta vista muestro los índices utilizados en la RMN a nivel del atlas para los espacios que ocupan cada una de las estructuras. Dividimos el canal central en tres partes: La apófisis odontoides ocupa un tercio, la médula otro tercio y el último tercio es la zona de seguridad libre, por delante y por detrás de la médula.

-El video acaba con los tipos de esguince entre C1 y C2 según Fielding y Hawkins: unilateral, bilateral y posterior. posterior.

Tipos de esguinces entre el atlas y el axis.
Tipos de esguinces entre el atlas y el axis.

Esperando que os sea de utilidad.
Un saludo a todos.
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viernes, 22 de mayo de 2020

La rotación tibial

Las rotaciones externa e interna de la tibia, afectan de forma diferente a la tensión del sistema ligamentario de la rodilla. Además, la deformidad de ambos meniscos así como el riesgo capsular, es igualmente diferente en cada una de estar rotaciones.

En este video muestro por medio de imágenes animadas, estos cambios de tensión ligamentaria así como la deformidad meniscal y el riesgo capsular.



INTERLÍNEA ARTICULAR DE LA RODILLA


Vemos una imagen a modo de corte axial de la rodilla donde he quitado el fémur, aunque he dejado la silueta de los cóndilos (línea azul).

Tensión de los ligamentos de la rodilla


En la primera parte del video y en una vista axial, vemos que con la rotación externa de la tibia, los ligamentos laterales de la rodilla se ponen en tensión (color rojizo), mientras que los ligamentos cruzados la pierden (color verdoso).

Con la rotación interna ocurre lo contario, ahora son los ligamentos cruzados de la rodilla los que aumentan la tensión (color rojizo), mientras que los ligamentos laterales la pierden (color verdoso).

La rotación de la tibia y la deformidad meniscal.
Rotación de la tibia y deformidad meniscal.

Deformidad meniscal y riesgo capsular


En la siguiente secuencia y también en una vista axial, se observan estas mismas rotaciones de la tibia y como los meniscos se deforman en un sentido diferente. Para entenderlo mejor hemos de pensar que los cóndilos femorales están parados y digamos que retienen a los meniscos.

En la rotación externa de la tibia, el platillo tibial externo se va hacia atrás, pero el cóndilo femoral externo está parado. Así, el menisco lateral se verá retenido por el cóndilo femoral mientras que el platillo tibial sigue su camino hacia atrás. Con esto, durante esta rotación externa el menisco se deforma hacia delante (flecha marrón).
A nivel del menisco medial ocurre una deformidad parecida. El platillo tibial va hacia delante, pero el cóndilo femoral está parado y reteniendo al menisco, con lo que este se deforma hacia atrás (flecha marrón) empujado por el cóndilo femoral.

Pero aun siendo la tibia la que se desplaza, en esta rotación es como si el cóndilo femoral medial empujara hacia atrás. Este empuje pone en riesgo la cápsula postero-interna de la rodilla (icono de relámpagos).

La rotación tibial y los ligamento cruzados.
La rotación tibial y los ligamento cruzados.

En la rotación interna de la tibia, ocurre lo mismo pero al contrario. El menisco lateral se verá retenido por el cóndilo femoral mientras que el platillo tibial sigue su camino hacia delante. Con esto, durante esta rotación el menisco se deforma hacia atrás (flecha marrón).
Este mismo empuje hacia atrás del cóndilo femoral pondrá en riesgo la cápsula postero-externa de la rodilla.
En esta rotación, el menisco medial se verá retenido por el cóndilo femoral interno y se deformará hacia delante (flecha marrón).

VISTA POSTERO-EXTERNA DE LA RODILLA


En la segunda parte del video y para poder ver mejor estos cambios, muestro estos mismos movimientos de rotación tibial, pero desde una vista oblicua posterior de la rodilla.

Tensión de los ligamentos de la rodilla


Primero vemos los cambios de tensión de los ligamentos de la rodilla en cada uno de estos movimientos de rotación de la tibia.
En la rotación externa de la tibia aumentan la tensión los ligamentos laterales (color rojizo), mientras que los cruzados pierden parte de su tensión.
En la rotación interna aumenta la tensión de los ligamentos cruzados, pero ahora son los ligamentos laterales los que la pierden.

La rotación tibial y los ligamentos laterales.
La rotación tibial y los ligamentos laterales.

Deformidad meniscal y riesgo capsular

En la siguiente secuencia se observa cómo se deforman cada uno de los meniscos. Como he mencionado más arriba, para entenderlo mejor hemos de pensar que los cóndilos femorales están parados y digamos que retienen a los meniscos.

En la rotación externa de la tibia, el platillo tibial externo rota va hacia atrás, pero el cóndilo femoral externo está parado. El cóndilo femoral retiene (flecha verde) al menisco lateral y como el platillo tibial sigue su camino hacia atrás, el menisco se deforma hacia delante (flecha marrón).
A nivel del menisco medial ocurre lo mismo. El cóndilo femoral está parado y reteniendo al menisco, pero el platillo tibial se va hacia delante. Así el menisco medial se deforma hacia atrás empujado por el cóndilo femoral.
Este empuje hacia atrás del cóndilo femoral pone en riesgo la cápsula postero-interna de la rodilla (icono de relámpagos).

En la rotación interna de la tibia, el menisco lateral se verá retenido por el cóndilo femoral externo (flecha verde), mientras que el platillo tibial sigue su camino hacia delante, lo que hace que el menisco lateral se deforme hacia atrás.
Este empuje hacia atrás del cóndilo femoral externo pondrá en riesgo la cápsula postero-externa de la rodilla.
En esta rotación interna de la tibia, el menisco medial se verá retenido por el cóndilo femoral interno mientras el platillo tibial va hacia atrás, con lo que el menisco se deformará hacia delante.
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martes, 28 de abril de 2020

El ángulo de declinación femoral.

El ángulo de declinación


También conocido como ángulo de torsión femoral, está formado por la intersección de las proyecciones del eje del cuello del fémur con la del eje transcondileo, que  es el que forman el borde posterior de ambos cóndilos femorales. En una vista superior, el cuello del fémur ya forma un ángulo anterior formado a consecuencia de la evolución hacia la bipedestación, siendo su valor normal en la edad adulta de entre 10 y 30 grados, con variaciones de 12° y 15°

En el video (con música de YouTube), intento mostrar el comportamiento de la extremidad inferior y del pie ante el aumento o la disminución de este ángulo.



La retroversión femoral (retrotorsión).


Es cuando disminuye este ángulo de declinación, situándose por debajo de los 10º, de modo que la cabeza del fémur miraría más hacia atrás.
En realidad y debido a que la articulación de la cadera ha de mantener su congruencia articular, lo hemos de ver de forma que la diáfisis femoral se torsiona sobre si misma hacia una rotación lateral. Con esto, la retroversión se asocia a la rotación externa de la extremidad inferior. Así si recolocáramos el eje de los cóndilos femorales en el plano frontal, la cabeza del fémur quedaría mirando hacia atrás, razón por la cual se le llama cadera retroversa.

La anteversión femoral (antetorsión).


Es todo al contrario. Aumenta este ángulo de declinación por encima de los 20º, es decir, que el cuello esta más orientado hacia delante. Esto condiciona a un aumento de la rotación medial de la cadera, es decir, que la extremidad inferior tendrá tendencia a la rotación interna.

Ángulo de declinación femoral.
Ángulo de declinación femoral.

El ángulo de declinación femoral y el comportamiento del pie


Como menciona Christopher H. Wise, a menudo es difícil determinar si el deterioro en anteversión o retroversión a nivel de la cadera conduce a una compensación y deterioro a nivel del tobillo/pie o es al revés, que un deterioro a nivel distal, se compensa a nivel proximal.
Es importante hacer una diferenciación de esta doble óptica, pues conlleva a un comportamiento contrario en el pie. Ambos tipos de compensaciones utilizan de “intermediarias” a la rodilla y a la tibia.

Así, en una cadera retroversa, donde el ángulo de declinación esta disminuido, conduce a una tendencia del miembro inferior hacia la rotación externa. Con esto, la torsión externa de la tibia, puede conducir a una inversión calcánea y un exceso de supinación del pie.

En la cadera anteversa, la tendencia de la pierna es hacia la rotación interna. La torsión interna de la tibia puede conducir a una eversión del calcáneo y a un exceso de pronación del pie.

El ángulo de declinación y el pie.
El ángulo de declinación y el pie.

Este ángulo de declinación, no lo hemos de confundir con el ángulo de inclinación del cuello femoral.
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miércoles, 8 de abril de 2020

Faceta disfuncional y posterioridad en mecánica no neutra (2ª ley de Fryette).

Las leyes de Fryette


Recordemos que los modelos de tratamiento que utilizan la mecánica no neutra (tipo II) o la 2ª ley de Fryette se basan en la ley del movimiento que es la de la función dinámica. Dice que cuando los cuerpos vertebrales rotan hacia un lado, hay una inflexión lateral hacia el mismo lado, es decir, en el sentido de la concavidad.

Esto se produce cuando hay una alteración de la curva anteroposterior hacia la flexión o la extensión y no se puede aplicar a todo el raquis, pues el plano de las superficies articulares varia su orientación espacial según el nivel vertebral.

Modelo disfuncional

Siguiendo el modelo disfuncional dentro de la mecánica no neutra, podemos encontrar dos tipos de disfunciones: disfunción ERS y disfunción FRS.

El comportamiento de ambas disfunciones podría decirse que es el mismo. Hacia un movimiento de  flexión o de extensión, ambas facetas se deslizan libremente con lo cual la vértebra completa ese movimiento. Pero hacia el movimiento contrario, si una de las facetas no realiza ese deslizamiento, la otra al realizarlo libremente, hace que la vértebra pivote sobre la faceta en restricción y rote y se incline.

Pero individualizando que faceta es la disfuncional y hacia qué movimiento no se desliza, encontramos una notable diferencia que se utiliza en la aproximación diagnóstica de algunos modelos de tratamiento vertebral. Esa diferencia es la relación entre el lado de la faceta disfuncional y la transversa que debido a la rotación que provoca la disfunción, ahora se palpa más posterior.

A continuación explico dos ejemplos de este modelo disfuncional y que aparecen en el siguiente video.
Pero antes y en la primera secuencia, realizo un recuerdo de los conceptos de convergencia y divergencia, conceptos que ya expliqué en esta entrada, donde también encontraréis el enlace a su video.




Faceta disfuncional y posterioridad. EJEMPLO 1: FRSd


Podemos observar que cuando la vértebra se dirige hacia la flexión y al estar ambas facetas libres, la vértebra realiza ese movimiento sin problemas.
Pero cuando la vértebra se dirige hacia la extensión, la faceta izquierda, tal vez a causa de algún tipo de tensión, no se desliza hacia la convergencia (flecha roja de la imagen), mientras que la derecha que está libre, sí que lo hace.
Este deslizamiento hacia la convergencia de la faceta derecha libre, hace que la vértebra cuando se dirige hacia la extensión, pivote sobre la faceta disfuncional izquierda, con lo que la vértebra realiza una rotación y una inclinación derechas (RdSd).
Podéis ver este video animado con la disfunción FRS.

Así, en la evaluación analítica de algunos modelos de exploración y durante la palpación de la columna vertebral, encontraríamos esta posterioridad, es decir, la noción de notar esa apófisis transversa derecha de la vértebra “más prominente”.
Como argot definitorio y hasta cierto punto coloquial, en este ejemplo de una disfunción FRSd, podemos decir “faceta izquierda, posterioridad derecha”. Es decir, la faceta disfuncional es la del lado izquierdo, pero la transversa posterior (P) es la del lado derecho.

Disfunciones ERSi y FRSd: Faceta disfuncional y posterioridad.
Disfunciones ERSi y FRSd: Faceta disfuncional y posterioridad.

Faceta disfuncional y posterioridad. EJEMPLO 2: ERSi


En esta segunda parte del video podemos observar que cuando la vértebra se dirige hacia la extensión y al estar ambas facetas libres, la vértebra realiza ese movimiento sin problemas.
Pero cuando la vértebra se dirige hacia la flexión, la faceta izquierda no se desliza hacia la divergencia (flecha roja de la imagen), tal vez por algún tipo de restricción, mientras que la derecha que está libre, sí que lo hace.

Este deslizamiento hacia la divergencia de la faceta derecha libre, hace que la vértebra cuando se dirige hacia la flexión (F), pivote sobre la faceta disfuncional izquierda, con lo que la vértebra realiza una rotación e inclinación izquierdas (RiSi).
Podéis ver este video animado con la disfunción ERS.

Así, en la evaluación analítica de algunos modelos de exploración y durante la palpación de la columna vertebral, encontraríamos esta posterioridad, es decir, la noción de notar esa apófisis transversa izquierda de la vértebra “más prominente”.

Como argot definitorio y hasta cierto punto coloquial, y en este ejemplo con una disfunción ERSi, podemos decir “faceta izquierda, posterioridad izquierda”. Es decir, la faceta disfuncional es la del lado izquierdo, pero en este caso, la transversa posterior (P) también es la del lado izquierdo.

Espero que os sea de utilidad.
Un saludo a todos.
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domingo, 22 de marzo de 2020

Leyes de Fryette > Ejemplos FRSd y ERSi. Mecánica no neutra (tipo II).

Dentro de estas leyes, la 2ª ley de Fryette es la ley del movimiento, la de la función dinámica. Dice que partiendo de flexión o de extensión, cuando los cuerpos vertebrales rotan hacia un lado hay una inflexión lateral hacia el mismo lado, es decir, en el sentido de la concavidad.

El acoplamiento mecánico no neutro o de tipo II, provoca la rotación y la inclinación lateral en el mismo sentido. Esto se produce cuando hay una alteración de la curva anteroposterior hacia la flexión o la extensión.

A modo de recuerdo, añadir que dentro de los movimientos paralelos tenemos:

-El movimiento de divergencia se refiere al deslizamiento de la faceta articular inferior de la vértebra superior en dirección anterior y superior con respecto a la faceta articular superior de la vértebra inferior. Es decir, la faceta de la vértebra de arriba se “va” de la faceta de la vértebra de abajo.

-Mientras que el de convergencia sería el movimiento contrario. Es el deslizamiento de la faceta articular inferior de la vértebra superior, en dirección posterior e inferior con respecto a la faceta articular superior de la vértebra inferior. Es decir que la faceta de arriba se acerca a la que tiene debajo.

Podéis ver este vídeo  con estos dos movimientos, junto a los de coaptación y decoaptación. La explicación de cada uno de ellos está en esta entrada de este mismo blog. Entrada de la que extraigo la siguiente imagen, donde podéis ver estos movimientos.

Movimientos paralelos y perpendiculares del segmento vertebral.
Segmento vertebral: Movimientos paralelos y perpendiculares.

Así, en flexión o en extensión, la forma y disposición de las apófisis articulares condiciona el movimiento que viene después, bloqueándose, condicionando este comportamiento en la rotación. Mientras que en la inclinación lateral, las superficies articulares se convierten en una especie de guía para los movimientos.

Leyes de Fryette


Esta 2ª ley de Fryette o el acoplamiento mecánico no neutro, no se puede aplicar a todo el raquis, pues el plano de las superficies articulares varía su orientación espacial según el nivel vertebral. Además, influye la forma y disposición de las facetas articulares.

Los ejemplos que explico a continuación corresponden a los dos videos que menciono, cada uno en su explicación. Los he subido por separado porque a efectos de compresión práctica, es más fácil de entenderlos que no los dos ejemplos juntos en el mismo vídeo.

Antes he de mencionar que solo intento poner texto al título de esta entrada, sin entrar en controversias sobre “lo que es” y “lo que no es”.

Ejemplo 2ª ley de Fryette: DISFUNCIÓN FRSd


Este ejemplo lo muestro en este video con una disfunción FRSd que también sigue el acoplamiento mecánico no neutro o de tipo II, es decir, la 2ª Ley de Fryette.
La explicación sigue el orden de las diferentes secuencias.



El video comienza con un recuerdo de los conceptos de convergencia y divergencia. Este trozo esta repetido en el vídeo con la disfunción ERSi, por si algún usuario mira solo uno de los dos videos.

Podemos observar que la vértebra en el movimiento de flexión, y al estar ambas facetas libres, el movimiento se realiza con normalidad. Luego la vértebra vuelve a la posición neutra y sigue hacia la extensión, pero no realiza el movimiento correcto.

Es decir que ambas facetas se deslizan bien hacia la divergencia, pero y siguiendo con este ejemplo, cuando la vértebra se dirige hacia la extensión, la faceta izquierda y debido a algún tipo de tensión, no se desliza hacia la convergencia.

Así en este movimiento de extensión, la faceta derecha libre se desliza hacia la convergencia pivotando la vértebra sobre la faceta disfuncional izquierda. Esto provoca la rotación y la inclinación de la vértebra hacia ese mismo lado libre, es decir, hacia la derecha > Rd Sd

A nivel coloquial diríamos que la vértebra tiene libres los movimientos de flexión, rotación e inclinación derechas que es la definición de la disfunción > FRSd.

2ª Ley de Fryette: Ejemplo FRSd
2ª Ley de Fryette: Ejemplo FRSd

Ejemplo 2ª ley de Fryette: DISFUNCIÓN ERSi


Este otro video muestra el ejemplo de una disfunción ERSi, que sigue el acoplamiento mecánico no neutro o de tipo II, es decir, la 2ª Ley de Fryette.
Al igual que en el anterior ejemplo, la explicación sigue el orden de las diferentes secuencias.




El video comienza con un recuerdo de los conceptos de convergencia y divergencia. Este trozo esta repetido en el vídeo del ejemplo anterior con la disfunción FRSd, por si algún usuario mira solo uno de los dos videos.

Podemos observar que la vértebra en el movimiento de extensión, y al estar ambas facetas libres, éstas se deslizan bien hacia la convergencia. Luego la vértebra vuelve a la posición neutra y sigue hacia la flexión, pero no realiza el movimiento correcto.

Es decir que ambas facetas se deslizan bien hacia la convergencia, pero y siguiendo con este ejemplo, cuando la vértebra se dirige hacia la flexión, la faceta izquierda y debido a algún tipo de tensión, no se desliza hacia la divergencia.

Así en este movimiento de flexión, la faceta derecha libre se desliza hacia la divergencia pivotando la vértebra sobre la faceta disfuncional izquierda. Esto provoca la rotación y la inclinación de la vértebra hacia el lado de la faceta disfuncional, es decir, hacia la izquierda > Ri Si

A nivel coloquial diríamos que la vértebra tiene libres los movimientos de extensión, rotación e inclinación izquierdas que es la definición de la disfunción > ERSi.

2ª Ley de Fryette: Ejemplo ERSi
2ª Ley de Fryette: Ejemplo ERSi

Supongo que es un poco difícil de entender, pero ayuda si visualizamos estos dos ejemplos en, digamos, 3D. En esta entrada podéis ver un modelo de vértebra en formato recortable.
En esta otra entrada hay otra manera de ver las Leyes de Fryette, pero utilizando un modelo de segmento vertebral, digamos, no tan recomendable.
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sábado, 29 de febrero de 2020

Convergencia y divergencia Vs. Coaptación y decoaptación

Unas semanas atrás y en una clase de Osteopatía Universitaria, tratamos el tema de los micromovimientos que se producen en un segmento vertebral durante la flexión, la extensión, las rotaciones y las inclinaciones.

En esta entrada intento poner texto a este video donde podéis ver una representación gráfica y animada de esos conceptos incluidos en el título.



Dentro de los movimientos paralelos tenemos:


-El movimiento de divergencia.

Se refiere al deslizamiento de la faceta articular inferior de la vértebra superior en dirección anterior y superior con respecto a la faceta articular superior de la vértebra inferior. Es decir, la faceta de la vértebra de arriba se “va” de la faceta de la vértebra de abajo.

-Mientras que el de convergencia

Sería el movimiento contrario. Es el deslizamiento de la faceta articular inferior de la vértebra superior, en dirección posterior e inferior con respecto a la faceta articular superior de la vértebra inferior. Es decir que la faceta de arriba se acerca a la que tiene debajo.

También tenemos unos movimientos perpendiculares que son:


-El de coaptación 

Es el que determina un aumento del contacto articular entre dos facetas.

-Mientras que el de decoaptación 

Es el que determina un aumento de la distancia entre las facetas articulares. Esta separación de dos superficies articulares es una forma especial de traslación.

Los deslizamientos facetarios en divergencia/convergencia y coaptación/decoaptación
La convergencia y divergencia. La coaptación y decoaptación.

En todos los movimientos de la columna vertebral hay una combinación de estos desplazamientos de las facetas.

Descripción del video

-En una vista posterior observamos que la divergencia facetaria se produce cuando la vértebra se dirige hacia la flexión, mientras que la convergencia se produce durante la extensión.

-Durante el movimiento de rotación es más fácil entender los conceptos de coaptación y decoaptación. Observamos que la faceta del lado de la rotación “se separa” de su inferior, es decir que realiza una decoaptación. En el lado contralateral a la rotación, la faceta impacta, se coapta.

-Aún con una vista posterior, con la inclinación también es más fácil entender los conceptos de divergencia y convergencia. Del lado de la inclinación esa faceta se “cierra” se dirige hacia la convergencia, mientras que del lado contrario, la faceta diverge, se “abre”.

-Pasamos a una vista lateral de un segmento vertebral. Observamos que la divergencia facetaria se produce cuando la vértebra se dirige hacia la flexión, mientras que durante la extensión se produce la convergencia.

-Por último y en una ampliación también animada, vemos estos cuatro conceptos: divergencia, convergencia, decoaptación y coaptación.

En los próximos días, y encadenados a este video, subiré en ese mismo canal de YouTube otros videos donde muestro las disfunciones en mecánica no neutra.
Igualmente, algunos fotogramas de todos mis vídeos los iré subiendo en mi otro blog (AQUÍ).

Evidentemente estos conceptos y otros en relación a los movimientos y disfunciones de la columna vertebral, son más fáciles de entender si tienes un segmento vertebral entre las manos, es decir dos vértebras en 3D. Tiempo atrás hice un diseño tipo recortable para hacer una vértebra. El procedimiento de cómo la hice lo puedes ver en este vídeo y la explicación en este mismo blog.
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sábado, 3 de septiembre de 2016

La modificación de la posición de la escápula hasta el humano moderno.

Esta entrada es una síntesis (de un resumen previo) de una búsqueda bibliográfica sobre cómo se modificó la posición de la escápula. No puedo asegurar que los datos sean del todo correctos, pues es una transcripción de lo que encontré hace tres años. Así que tomarlo como una información para tener una idea global del tema. Los datos de las referencias bibliográficas están reducidos, pero creo que de necesitarse, no presentaran ningún problema para encontrar los artículos.

Estructura y función.

Algún autor menciona que para entender el comportamiento de una estructura es imprescindible profundizar en otras ciencias que aportarán algunos datos, con un enfoque diferente de una misma región anatómica (1).
Según la literatura, las distintas partes del miembro superior se fueron incorporando y perfeccionando en el tiempo y según las necesidades funcionales, como regiones funcionales. Así no es de extrañar que la anatomía sufra precisamente por tener tal nombre: anatemno, que significa dividido (1).

De la cuadrupedia a la bipedestación.

En terapia manual se suele decir que la estructura gobierna la función. Pero es a partir de una serie de necesidades funcionales del brazo que la morfología de la cintura escapular deberá de modificarse. Es decir, que se retroalimentan. Al estudiar la evolución del miembro superior se deben tener en cuenta todos los elementos y factores que influyen en su función, y estas funciones no se han de interpretar de forma aislada (1). Así la escápula tiene la forma, posición y orientación que conocemos, por una serie de cambios evolutivos necesarios para la función.
Hay muchas hipótesis sobre la transición de la cuadrupedia a la bipedestación. Se carecen de pruebas fósiles claras acerca del primer bípedo, incluso se desconoce la forma de locomoción ancestral que dio origen al bipedismo (2).

Cuadrupedia, Locomoción
De la cuadrupedia a la bipedestación

El hominoide tiene características diferenciales con los demás primates y se divide en diferentes familias por tener diferentes estructuras anatómicas adaptadas a sus distintos tipos de locomoción. En un resumen muy simplista (3-5), los braquiadores se mueven en los árboles por el balanceo del cuerpo suspendido de sus brazos, los trepadores utilizan el brazo oscilante y vertical y los que realizan una marcha apoyados sobre los nudillos de las manos, por lo que la escápula está orientada para soportar este peso. Los bípedos, que eran del género “Homo” y con caracteres anatómicos similares al hombre moderno. Estos géneros con los diferentes tipos de locomoción comportan una serie de adaptaciones anatómicas que exige este cambio de postura, obligando a que su morfología cumpliera con los requisitos funcionales. Esta especialización en la morfología afecta de forma importante al hombro (5), pues posiblemente la cintura escapular es la zona del cuerpo que más cambios ha sufrido en la evolución de los homínidos (6).

Durante la cuadrupedia, la función de las extremidades superiores era la locomoción por lo que eran las “patas anteriores”, situándose por delante y debajo del tórax (1) y aguantando parte del peso. La escápula era más fuerte y gruesa que la actual, con la función de absorber las cargas y el peso del cuerpo (7). Al hecho de pasar a la postura bípeda, le siguió la liberación de los miembros superiores de la función de soporte y locomoción (8), por lo que las manos se utilizaban para otros menesteres (9). Esta modificación de la cintura escapular, cambió las necesidades del miembro superior, con lo que también se modificó su biomecánica (1), pasando entre otras a tener la función de sujetar y coger alimentos (8). 

El hombro ya no trabaja en compresión, sino que lo hace en suspensión y está al servicio de la mano como herramienta prensil, situándose en todos los planos del espacio gracias al codo y el hombro.

retroceso escápula
Retroceso de la escápula

Hacia la morfología de la escápula actual.

Los primates tenían el tórax más profundo y estrecho, con las escápulas a los lados y la articulación glenohumeral, con sus movimientos solo en el plano sagital, adaptada a una locomoción cuadrúpeda (5).

El género Homo, ya adaptado a una postura erecta, tenía un tórax más ancho y menos profundo, con la escápula en una posición dorsal y la cavidad glenoidea orientada lateralmente (8) y con los brazos a los lados (3). Esta situación y orientación proporcionaba movilidad en el plano coronal al brazo, con movimientos multidireccionales (5). En este desplazamiento posterior, la escápula arrastró desde un plano anterior a muchas estructuras vasculonerviosas, como por ejemplo a la arteria escapular o al nervio supraescapular (1, 6). Los músculos de la zona se hicieron más potentes y necesitaban de una inserción mayor por lo que aumentó el tamaño de la parte inferior de la escápula, que a su vez mejoró su estabilidad al fijarse más sólidamente al tronco (1, 6).

El miembro superior necesitaba más movilidad, por lo que la cavidad glenoidea se reduce por arriba y por delante, pero aumenta por debajo (1) para evitar limitar la movilidad del brazo en abducción (6). Al cambiar la orientación de la glena hacia atrás, se debía mantener una necesidad funcional de primer orden: la flexoextensión del codo en el plano anteroposterior, por lo que el húmero tuvo que torsionarse sobre su eje con una retroversión proximal en rotación interna (1) y orientar las manos y los antebrazos hacia delante (8).

Por la necesidad de abducción, el músculo deltoides aumenta su volumen, por lo que el acromion ha de aumentar de tamaño a la vez que se desplaza hacia fuera y adelante arrastrando al nervio circunflejo con un trayecto de atrás hacia delante (1, 10). Ahora el acromion necesita una base más fiable formándose la espina en la parte posterior de la escápula (1).

Crecimiento Acromion
Crecimiento del acromion

En el humano moderno, la fosa supraespinosa es pequeña por comparación a la infraespinosa, con una espina del omóplato casi horizontal (5). Aparecen los músculos supraespinoso e infraespinoso que mejoran la abducción (6). El proceso coracoides que tenía una función estabilizadora anterior (6), reduce su tamaño pero manteniendo importantes inserciones ligamentarias y tendinosas (1). El aumento de movilidad reduce la estabilidad y este compromiso aún perdura en el humano moderno y la consecuencia ha sido un aumento de riesgo de lesión (11). Van apareciendo importantes músculos para poder fijar la escápula al tórax y mantener su estabilidad (1).

Nuestras clavículas son una de las mayores herencias del esqueleto del hombre. Junto con las escápulas, y al liberarse de la función de sostén y carga, obtienen una gran libertad de movimientos al servicio del miembro superior, proporcionando la habilidad a la mano (7), movimiento que pocos animales, excepto los monos, pueden abordar (10).

Crecimiento Escápula
Crecimiento de la escápula

Vemos que de acuerdo a las exigencias funcionales y fisiológicas de la extremidad superior las inserciones musculares adaptan su posición y orientación, a la par que el propio músculo adapta su tamaño, forma y posición. Así vemos una relación entre la forma de la escápula y las características funcionales como por ejemplo la del manguito de los rotadores (5).

Aún así y prestando atención a la disposición de algunos elementos de la cintura escapular, es fácil que se planteen algunos interrogantes. Uno de ellos es que los músculos anteriores como el subescapular o los redondos están inervados por una rama posterior del plexo braquial, mientras que los músculos posteriores de la escápula como el supraespinoso o el infraespinoso están inervados por ramas anteriores (1).

BIBLIOGRAFÍA:

(1) Rotella JM, Urpi J, Heredia M, Brahim C. La evolución de la inervación del miembro superior: Plexo braquial (2010).
(2) Marmelada CA. Orígenes remotos del género humano I y II (2007)
(3) Chadwick A. Sciencie and faith: the hominid fossil record (2009).
(4) Richmond BG, Begun DR, Strait DS. Origin of human bipedalism: the knuckle-walking hypothesis revisited (2001).
(5) Bello-Hellegouarch G, Potau JM, Arias-Martorell J, et al. The rotator cuff muscles in Hominoidea: evolution and adaptations to different typs of locomotion (2010).
(6) Rotella JM, Urpi J, Heredia M, Brahim C. El hombro: una nueva visión de su evolución (2009).
(7) Joselovsky A. Confesiones del cuerpo (2012).
(8) Joselovsky A. Antropologia evolutiva de la postura: Sus consecuencias patológicas hoy (2013).
(9) Bueno A. Historia del bipedismo (2012).
(10) Codman EA. The shoulder. Ruptures of the supraespinatus tendon and other lesions in or about the subacromial bursa (1934).
(11) Salter EG Jr, Nasca RJ, Shelley BS. Anatomical observations on the acromioclavicular joint and supporting ligaments (1987).
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